1. Cristina y Roberto 10


    Fecha: 05/09/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: sumisso1978, Fuente: TodoRelatos

    El sábado por la tarde, la mansión de Juani estaba envuelta en una calma engañosa. El sol se filtraba a través de las cortinas de encaje, proyectando patrones de luz sobre la alfombra persa que cubría el suelo del salón. Roberto, aún vestido con el ajustado vestido de encaje que Sofía le había puesto esa mañana, estaba de rodillas en el centro de la habitación, su cabeza gacha y sus manos apoyadas sobre los muslos. La jaula de castidad que aprisionaba su miembro era un recordatorio constante de su sumisión, y sus testículos, hinchados por la prolongada abstinencia, palpitaban con un deseo frustrado. Juani, sentada en un sillón de cuero, observaba a su esclavo con una sonrisa satisfecha, mientras Pedro, su marido, se reclinaba en un sofá cercano, su mirada cargada de una mezcla de curiosidad y diversión.
    
    —¿Listo para lo que viene, Roberto? —preguntó Juani, su voz suave pero cargada de autoridad. Su tono no admitía réplica, solo sumisión.
    
    Roberto levantó la cabeza, sus ojos encontrándose con los de Juani. La humillación que sentía al estar vestido de mujer frente a Pedro era casi insoportable, pero sabía que cualquier resistencia sería inútil. —Sí, Juani —murmuró, su voz ronca por la vergüenza.
    
    Pedro, que hasta entonces había permanecido en silencio, se inclinó hacia adelante, su expresión traviesa. —Deberías hacer que se ponga de pie, Juani. Así podremos ver mejor su cuerpo feminizado. Y tal vez... —hizo una pausa, como si buscara las palabras adecuadas— ...podrías ...
    ... jugar un poco con su maquillaje. Aún se ve demasiado... natural.
    
    Juani rió, un sonido bajo y gutural que resonó en la habitación. —Excelente idea, Pedro. Roberto, levántate y acércate al espejo. Vamos a asegurarnos de que estés perfectamente presentado para lo que viene.
    
    Roberto se puso de pie con lentitud, cada movimiento un recordatorio de su situación. Caminó hacia el espejo de cuerpo completo que estaba en un rincón de la habitación, sus tacones altos resonando en el suelo de madera. Juani se acercó, llevando consigo un estuche de maquillaje que había preparado especialmente para la ocasión. Con manos expertas, comenzó a retocar el rostro de Roberto, enfatizando sus rasgos feminizados. El rubor en sus mejillas, el brillo en sus labios y el delineado de sus ojos lo transformaron aún más, borrando cualquier rastro de su identidad masculina.
    
    —Perfecto —dijo Juani, dando un paso atrás para admirar su obra. —Ahora, Roberto, quiero que te des la vuelta y te inclines sobre el sofá. Es hora de que Pedro tenga una mejor vista.
    
    Roberto obedeció, su cuerpo temblando ligeramente mientras se posicionaba como se le había ordenado. El vestido se ajustó a sus curvas, dejando al descubierto la parte superior de sus muslos y la jaula de castidad que aprisionaba su miembro. Pedro se acercó, su mirada recorriendo el cuerpo de Roberto con una mezcla de fascinación y burla.
    
    —Impresionante, Juani —comentó Pedro, su voz cargada de aprobación. —Nunca pensé que Roberto podría verse ...
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