1. La hija de Papi


    Fecha: 07/02/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Vladimir escrit, Fuente: CuentoRelatos

    ... despreciaba, pero también lo mucho que se me antojaba y lo mucho que la pensaba gozar esa noche.
    
    Ahora la coloque como al principio.
    
    Puse mi glande en la entrada de su ano, frotándolo, lo fui metiendo poco a poco, hasta que de un empujón. Pum. Ya estaba adentro.
    
    Esas blancas nalguitas, eran manoteadas, cada vez con más fuerza.
    
    Luego mi mano fue a donde su vagina, apretándole cada vez más fuerte el clítoris, metiéndole ahora los 4 dedos en su tesorito del placer.
    
    No me importaba que alguien me viera, lo único que me importaba era gozarla y castigarla por la porquería de persona que era.
    
    Ahora apretaba con más fuerza sus pechos, subí mi mano a su boca para jalarle los labios, la lengua, abrirle lo más que podía esa boca que era para ofender y humillar tanto a trabajadores, como a personas que no tenían el mismo nivel económico, ni social que ella.
    
    Tiraba de sus cabellos, al grado de llevarme algunos cuantos en ambas manos.
    
    Sentía una gran excitación al poseer ese ano virgen aun; y lo digo por lo estrecho que sentía, a pesar de ...
    ... estarlo penetrando.
    
    Ahora quise ponérselo en la boca para que lo limpiara.
    
    Al penetrar su vagina por segunda vez; al tiempo que me venía un rico orgasmo, cacheteaba a aquella burguesita pendeja.
    
    Al llenarle su vagina de mis fluidos, sentía como una corriente de electricidad recorría todo mi cuerpo, al grado ponerme encima de la chica y morderle los labios hasta sangrarlos y asimismo volverla a besar.
    
    Desde luego que no quedo ahí la cosa.
    
    Volví a penetrarla por el culo, pero esta vez golpeando sus costillas, manoteándole tanto nalgas, como espalda.
    
    Realmente no me importaba el daño que le hacía a Graciela, la reina de Papi; ni si perdía el trabajo por aquella violación, solo quería satisfacerme y desquitarme por lo pasado.
    
    Tome sus dos cachetes traseros, apretándolos para descargarle más leche y así termine.
    
    La limpie y sin que nadie se diera cuenta la lleve a uno de los cuartos.
    
    En la mañana Graciela se quejaba de un resfriado, cosa que me inquieto bastante, jamás dijo nada y no salió en toda la semana.
    
    Vladimir escritor. 
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