1. Parte 3: Luz en la sombra: El despertar de Miguel


    Fecha: 09/09/2025, Categorías: Bisexuales Autor: Ana Castillo, Fuente: TodoRelatos

    ... es para ti", dijo, entregándosela con una mezcla de ternura y audacia. Dentro, Miguel encontró un juguete sexual: un plug anal elegante, de silicona suave, diseñado para el placer. Él se quedó sin palabras, el rostro encendido, pero Camila lo miró con calidez. "Quiero que explores esto sin miedo", le dijo. "Es un regalo para que te conectes con esa parte de ti que estás descubriendo. Para que la ames".
    
    Esa noche, solo en su apartamento, Miguel contempló el regalo de Camila. La idea lo intimidaba, pero también lo encendía. Se permitió imaginar: ser poseído, tomado con una intensidad que disolvía toda resistencia. En su mente, Lucas regresaba, sus manos fuertes aferrando sus caderas, su cuerpo reclamándolo con embestidas profundas, rítmicas, que lo hacían gemir sin control. La fantasía era vívida: el calor, la presión, el placer crudo de ser llenado, de rendirse por completo. Mientras probaba el juguete, la sensación fue un relámpago, un eco de aquella noche con Milena y Lucas. Cada movimiento era un paso hacia la aceptación, una danza con su propia feminidad que lo hacía sentirse libre, vivo, destinado a dar y recibir placer sin límites.
    
    Un día de culpa y un desafío
    
    Pero no todos los días eran de celebración. Una tarde, mientras compartían un café en la oficina, Miguel se mostró apagado, atrapado en un torbellino de culpa. Las expectativas del mundo, los ecos de una masculinidad que aún resonaban en su cabeza, lo hacían dudar. "¿Y si esto no está bien?", murmuró, ...
    ... sus ojos fijos en la mesa. "A veces siento que estoy traicionando algo… a mí, a los demás". Camila lo miró con una mezcla de ternura y firmeza, su mano cubriendo la de él. "Miguel, la única traición sería negarte a ti mismo. Lo que sientes, lo que disfrutas, es tuyo. Nadie tiene derecho a decirte que está mal".
    
    Entonces, con un destello juguetón en los ojos, Camila se inclinó hacia él y susurró: "Tómame, Miguel. Si quieres demostrar algo, demuéstramelo a mí". Su tono era una mezcla de desafío y broma, pero Miguel se tensó, su rostro encendido. "No, Camila… no es así", balbuceó, sintiendo que su voz temblaba. Ella soltó una carcajada suave, llena de cariño. "Lo sabía", dijo, guiñándole un ojo. "No quieres tomar, quieres ser tomado. Y está bien, Miguel. Es perfecto".
    
    Antes de que él pudiera responder, Camila se acercó aún más, su voz baja y conspiradora. "Ponte el juguetito, Miguel", dijo, refiriéndose al plug que le había regalado. "Vamos a salir a la calle, tú y yo. Quiero que sientas esa parte de ti mientras caminas, mientras el mundo sigue girando. Que sepas que eres libre, incluso en medio de todo". Miguel la miró, entre sorprendido y nervioso, pero la chispa en los ojos de Camila era imposible de resistir. No respondió con palabras, solo asintió, su corazón latiendo con una mezcla de miedo y emoción.
    
    Una amistad inquebrantable
    
    A partir de ese momento, Miguel y Camila se volvieron inseparables. Ella se convirtió en su confidente, su guía, su mejor amiga. En sus ...