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Mi Picolo 💙💚
Fecha: 11/09/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Olivia, Fuente: TodoRelatos
Estábamos compartiendo ese café más como una forma de cortesía, para conversar un rato. Sin embargo, los dos sabíamos que hubiéramos preferido ir directamente a su casa y dejarnos llevar por la pasión. La charla transcurría con naturalidad, pero nuestras miradas revelaban el deseo que ambos sentíamos. En cierto momento, le pregunté: parece que tienes ganas de besarme, ¿quieres hacerlo? Solo un poco, respondió con una leve sonrisa. Decimos ir a su casa. Mientras caminábamos, de repente noté como me agarraba, me colocaba frente a él, me olía y me daba un beso en la mejilla. Luego me giró y me besó apasionadamente, devorando mi boca. Mi cuerpo se encendió aún más de lo que estaba, sintiendo su polla firme presionando contra mí. Al separarnos, no pude evitar mirar el volumen marcado en su pantalón. Ambos reíamos, era como si estuviera ocultando su 9mm ahí. Durante aquel recorrido, que parecía prolongarse hasta el más allá, nos deteníamos de vez en cuando para tocarnos y besarnos. En una esquina, vimos una pintada en la pared que decía " esquina del beso", a lo que le dije: "bésame". Cuando finalmente llegamos al portal, mientras esperábamos el ascensor, nuestras miradas se cruzaban en silencio, cargadas de intención. En cuanto entramos y las puertas se cerraron, se lanzó sobre mí con intensidad, presionando mi cuerpo contra la pared y besándome con fuerza y pasión. Al cerrar la puerta de su casa, sin previo aviso, me abrazó desde atrás, levantó mi vestido y con ...
... sus dedos exploró mi coño con deseo. Vamos a tu habitación, le dije. Una vez dentro, comenzamos a desnudarnos despacito, mirándonos con deseo. Me recosté sobre la cama, abrí las piernas y le pedí que me comiera el coño necesitaba que me disfrutara. Sin dudarlo, se lanzó con intensidad, lamiendo y succionando con un hambre desenfrenada. Cada vez que me incorporaba para observarlo, mi excitación aumentaba más. Él podía sentir cómo mi cuerpo respondía, intensificando el flujo de mi placer a cada momento sobre su boca. Le dije que me follara, y sin perder tiempo se colocó un condón antes de comenzar a penetrarme con intensidad. Sus movimientos desencadenaron en mi gritos de placer que intentaba acallar con sus besos, aunque algunos gemidos se escapaban entre ellos. Me subí sobre él y, mientras me movía, comenzó a besar y devorar mis tetas, tanto que tuve que pedirle que se calmara y fuera más lento. Estábamos al borde del clímax, pero ambos hacíamos un esfuerzo por prolongarlo. Me coloqué a su lado, de rodillas sobre la cama. Introdujo dos dedos dentro de mi mientras yo estimulaba mi clítoris. Esa escena quedó grabada en mi memoria: masturbándome mientras lo veía como se meneaba su polla ya sin el condón puesto. La intensidad fue tal que me corrí sintiendo sus dedos dentro de mí. Deseaba que él también alcanzara el suyo, que esa conexión culminará en un final conjunto. Me recosté junto a él, tomé su polla con suavidad y comencé a acariciarla, alternando entre miradas ...