Sombras (Capítulo 5)
Fecha: 12/09/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Darthmaull, Fuente: TodoRelatos
... bajó la cabeza, sus manos apoyándose en sus muslos mientras un suspiro pesado escapaba de sus labios.
—Sí, claro —murmuró, su tono cargado de un sarcasmo que no intentó ocultar, sus ojos perdidos en algún punto de la mesa mientras parecía que su mente estaba en otro sitio, lejos de ella, atrapada en un torbellino de pensamientos que no compartía. Después de un silencio que se sintió eterno, levantó la mirada de nuevo, y cuando habló, su voz tenía un filo que no estaba allí antes
—¿Y cómo fue? ¿Qué sentiste con su polla en la boca? Cuéntamelo, por favor —dijo, su tono cargado de deseo, aunque por un instante, una chispa de algo más cruzó su mirada, una duda fugaz pero creciente, como si se preguntara cómo Laura podía hacer esto con tanta naturalidad, cómo había llegado a este punto sin mostrar más resistencia, sin parecer más afectada. Esa duda no se desvaneció esta vez; en cambio, se quedó allí, acechando en el fondo de sus ojos, una sombra que Laura no podía ignorar.
Ella se preocupó por un momento, sintiendo el peso de esa mirada, pero enseguida le sonrió, inclinándose para rozar sus labios contra los de él, su voz baja y cargada de intención mientras respondía, alimentando su deseo con cada palabra para intentar apagar esa duda que veía crecer.
—Lo hice por ti, Miguel, que no te quepa duda… y fue, fue intenso. Su polla estaba caliente, dura, llenándome la boca, y aunque al principio fue raro, lo hice sobre todo pensando en cómo te pondría. No sabía que se iba ...
... a correr en mi boca, me sujetó la cabeza, y su sabor, la forma en que se corrió… todo, todo fue por ti, Miguel —dijo, sus palabras sinceras en parte, aunque también ocultaban el cambio interno que había experimentado, cómo el asco que había sentido al principio había ido disminuyendo, reemplazado por un placer oscuro al involucrarse más, al controlar la situación y encender a Miguel de esta manera. Sus manos se posaron en su pecho, intentando anclarlo a ella, pero no pudo evitar notar cómo su cuerpo se tensaba bajo su toque, cómo su respiración, aunque agitada por el deseo, tenía un ritmo irregular, como si algo más lo estuviera consumiendo.
Miguel soltó un gruñido bajo, sus manos agarrándola por la cintura mientras la atraía hacia él, besándola con una intensidad que mezclaba gratitud y deseo descontrolado.
—Joder, Laura, te quiero tanto. ¿Te gustó? —murmuró contra sus labios, su respiración agitada mientras sus dedos se clavaban en su piel, prometiendo otra noche de intensidad, aunque por ahora se contuvo, dejando que la anticipación de lo que vendría lo consumiera. Pero incluso en ese momento de pasión, Laura sintió algo diferente en su agarre, una urgencia que parecía más desesperada que apasionada, como si estuviera buscando algo más allá del deseo físico, algo que no podía nombrar.
—No lo sé, me gustó que te iba a gustar a ti… —respondió ella, su voz suave, intentando mantener el tono seductor, pero sus palabras se desvanecieron en el aire mientras notaba cómo ...