Relato Introductorio - Relatos Eróticos

Relato Introductorio

Hola me presento me haré llamar EL RELATOR.

Este breve relato es de una forma introductoria a lo que será este perfil.

Aquí se publicarán relatos eróticos propios y otros que recibo por redes sociales.

La veracidad de los relatos queda en la imaginación de cada uno de los lectores.

Procedo a dejar mi primer relato.

El día que la fantasía sexual de una anónima se transformó en una práctica habitual.

Suelo frecuentar una app anónima en donde se pueden enviar videos, fotos y audios de forma «segura» manteniendo el anonimato, eso sumando mi gusto de exhibirme hacen un combo perfecto para que de vez en cuando, salga una rica masturbación para alguna chica de esta app.

Conozco a una chica de hace un tiempo bastante considerable con la cual mantenemos una relación cercana, y con la cual cada tanto se pasan momentos increíblemente placenteros.

Una de esas tantas tardes, estábamos charlando y picoteando un poco y de repente le hago una pregunta.

– ¿Qué sueles ver cuando te masturbas?

– Suelo poner porno casual, lo primero que me salga. Respondió

Mi mente pervertida como siempre quería saber más, – ¿Qué es lo más pervertido que has buscado o visto?

– ¿A qué te refieres con pervertido?

– Algo sucio o fuera de lo común que veas, algo que no todo el mundo ve. Le sugerí buscando la morbosidad extrema.

– A veces veo cuando se orinan. Respondió y mi verga dio un salto, uno de mis fetiches más extremos es la lluvia dorada.

– ¿Te excita la lluvia ...

... dorada? ¿La has practicado? Mientras manoseaba mi verga sobre mi pantalón

– Si y no. Respondió brevemente demostrando que le daba vergüenza admitirlo.

– Ese es un fetiche que me encantaría practicar alguna vez, a mí me excita mucho ver esos videos. Le dije para entrar en complicidad y romper su vergüenza.

– ¿Tú lo has practicado? Me pregunto algo más suelta.

– Lamentablemente no, pero desearía intercambiar meadas con una chica jaja. Intentando romper más esa vergüenza, ¿Te gustaría ser meada o mear a alguien? Continue preguntando

– No sé, por ahora solo lo he visto.

Mi mente pervertida iba a mil, y se me ocurrió preguntarle, ¿Te gustaría ver como orino alguna vez?

– Podría ser, respondió, que conociéndola ya sabía que era un sí, pero le daba vergüenza admitirlo.

Mi mente pervertida quiso ir un paso más allá, ¿dónde te gustaría que orinara?

– No sé, ¿qué opciones hay?, dijo como siempre en un juego interno que tenemos de que yo le doy opciones y ella elige que le muestro.

Numere las opciones como siempre, dejando volar mi mente pervertida al máximo.

Opción 1: Inodoro.

Opción 2: en mi mano.

Opción 3: mi pierna.

Opción 4: mi pecho.

Opción 5: hasta donde llegue el chorro.

– ¿Pueden ser todas menos el inodoro?, dijo y yo ya sabía que iba a terminar completamente meado en mi propia orina.

Sin decirle nada fui a por todo, ¿Puedes hacerlo ahora?

– No ahora no puedo, pero esta noche sí.

– Bueno esta noche lo hacemos entonces, voy ...