SOLO ERA UNA COPA 4ª Parte Doble Tentación - Relatos Eróticos

SOLO ERA UNA COPA 4ª Parte Doble Tentación

SOLO ERA UNA COPA 1ª PARTE (El encuentro y La invitación)SOLO ERA UNA COPA 2ª PARTE (El Despertar y Complicidad)SOLO ERA UNA COPA 3ª PARTE (El Límite Que No Existe) Han pasado ya varias semanas desde que se conocieron, y la relación se ha vuelto más intensa , cada encuentro suponía rebasar los límites que la sociedad heteronormativa ha impuesto. Lo que hoy voy a contar supuso para Alberto, cruzar otra barrera y explorar nuevas sensaciones. Como ya venia siendo costumbre, se presentó después del trabajo en su casa. Ludy ya lo esperaba desnuda en el sillón. Piernas abiertas, erección a medio camino, una copa de vino en la mano. Pero hoy era un dia diferene, especial. No estaba sola.

— Alberto, te presento a Gleyce (pronunciado gleisi). Es una amiga... íntima.

Gleyce tenía una belleza felina: piel morena, pelo corto rapado a un lado, tetas de un buen tamaño pero sin ser tan llamativas como las de Ludy, y una polla dura y larga que sobresalía sin pudor bajo una tanga blanca. Su mirada era fuego.

—Así que eres el chico que me ha “robado” a Ludy —dijo, relamiéndose los labios—. Vamos a ver si estás a la altura.

Alberto tragó saliva. Su verga ya le dolía del tamaño que tenía bajo el pantalón. Apenas entró, Gleyce se arrodilló ante el, le bajó el cierre y le agarró la polla con una mano firme.

—Mmm... interesante. —Se la metió en la boca sin aviso, tragándosela hasta la base, mirándolo fijo.

Ludy se la acercó por detrás, desnuda también, mientras se agachaba, ...

... comenzó a acariciar los pezones de Gleyce mientras esta mamaba con furia. El juego empezó sin pausa. Pronto, Alberto estaba acostado en el suelo, a medio desnudar, pantalones por los tobillos, camiseta remangada dejando su torso al aire y ambas trans lo montaban: Gleyce en su cara, Ludy en su verga. El sabor salado del culo de Gleyce, con su miembro goteando sobre su nariz. El calor del culo de Ludy, húmedo y apretado.

Gemidos, jadeos, saliva, semen. No había espacio para pensamientos. Solo sexo.

Después cambiaron. Ludy se sentó en una de las butacas frente a él, con un dedo lo llamo atrayéndolo hacia ella. El, se giró y gateando llego a la entrepierna de Ludy, para comenzar a lamerla empezando por los testículos y seguir recorriendo ese pedazo de carne que le había creado una adicción (y vendita adicción) mientras Gleyce no desaprovecho la oportunidad, colocándose detrás, para acto seguido dejar caer una cantidad generosa de saliva sobre su culo, con una rodilla hincada al suelo, le clavó su polla de un empujón. Por suerte o desgracia para Alberto, tenía la boca llena con la polla de Ludy y esta le mantenía agarrado por el cogote, solo pudo soltar un quejido más por la sorpresa que por dolor. Sí,ella lo cogió a él. Primero saliva, luego su verga hasta las que las pelotas de ella chocaron con las de el. Se sentía mas grande de lo que a simple vista le pareció. Estaba dentro. Y Alberto lo aceptaba, con los puños apretados, el cuerpo tenso, pero el placer creciendo. Ludy le ...