Úrsula, una mujer liberada (¿Capítulo1?) - Relatos Eróticos

Úrsula, una mujer liberada (¿Capítulo1?)

... estando sentado su cuerpo experimentó un cambio, y el ardiente caudal fundido al fuego hasta su polla. La miró con una sonrisa animal. Estaba ansioso y excitado esperándola. Al llegar le hizo ademán de que se sentara.

-¿Usted estar casada con pintor Gera?

-Si, con Gerald.

Toranga rió, retorciendo la expresión del rostro de manera rara. Su muela de oro relucía al abrir la boca, era como la entrada de una cueva. Los otros dientes eran blanco nieve. Sus dedos con tres anillos de oro en cada mano. Úrsula pudo ver como se abría la bata y se rascaba los cojones, llevaba un bañador slip de rayas de tigre.

Se levantó y se quitó la bata .

-Yo tener calor, ir piscina, tu también.

De reojo la asesora volvió a mirar a la piscina. Al tirarse al agua pareció una bomba. Las salpicaduras salieron metros fuera de la piscina.

-Tiene usted un mujer de buen calibre. Las blancas aquí, y más si tiene buena calidad el material, se cotizan muy bien.

-¿Ya le ha corneado?

-No, llevamos ya dos años de casados y la liberé antes de venir.

-Tampoco parece una buscona.

-Solo ha probado dos rabos en su vida, tenía una vida muy celibatica y su família eran muy… -Se hizo la señal de la cruz.

-No la estreno, pues.

-El culo.

Acción, reacción. Acción, reacción. Acción, reacción. Acción, reacción. Acción, reacción.

Úrsula podía ver como se acercaba como una ballena negra, solo sacaba sus ojos de becerro del agua. Ella continuo nadando hasta la zona con menos agua ...

... poniéndose de pie, el agua le llegaba al cuello, de pronto notó como la agarraban por detrás y la estrechaba a la altura de la cintura.

-¿Tú haber probado picha negra? -preguntó mientras le apretaba su polla en la espalda.

-No.

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Sonia, la asesora ya había salido. Gerald vio como Musan la tenía agarrada en el agua y como ahora se dirigían hacía la pequeña escalera. Primero Toranga. Fue impresionante, la mole llevaba el tanga bañador Úrsula le rodeo el cuello y caminaron hacia el porche.

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Musan Toranga caminaba abrazado a ella. Una energía secreta lo mantenía. Era la energía de una persona que había logrado tirarse a muchas hembras, conocía los soportes femeninos los suficiente.

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Gerald observó como una vez desnudos y tras morrearse, Úrsula le hacía una mamada a giro apalancado como el le había enseñado nada más casarse y ver que necesitaba unos cuantos consejos. Ahora Toranga retozaba jadeos, era un animal manso. La polla apenas cabía ni una tercera parte en la boca, Úrsula realizaba giros bucales rápidos a lentos en apalancada.

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-No veas como tenía puto rabazo el negrata, menuda estaca.

-Entonces has dicho que no le cabía en la boca. Menuda visión debías tener y ...