1. Un encuentro diferente


    Fecha: 04/10/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Teseo68, Fuente: CuentoRelatos

    ... como se iba introduciendo en mi lentamente, disfrutando de mi cuerpo. Abrí la boca jalando aire al sentir el grueso tubo de carne que me estaba invadiendo, caliente, ansioso; volteé a ver su rostro, tenía una mueca de satisfacción y placer al entrar en mi. Al estar dentro, comenzó un delicioso bombeo; subió mis piernas y las besaba mientras su dedo pulgar empujaba mi clítoris hacia su pene y masajeándolo delicadamente.
    
    Después de unos minutos, se salió completamente con un movimiento, fue cuando vi esa verga en todo su esplendor, larga, dura, chorreando nuestros jugos. Me acomodó a gatas y la penetración fue más profunda. Con una mano acariciaba la raja de mis nalgas y masajeaba mi culo con su pulgar; con la otra, sus dedos no daban tregua a mi clítoris, tratando de iniciar un nuevo orgasmo.
    
    Después de un rato, se acostó y me hizo cabalgarlo; sus manos acariciaban mi clítoris y mis nalgas, subió un poco y sus labios chupaban mis pezones. Otro orgasmo llegó haciéndome suspirar de placer. Me dejé caer rendida ...
    ... sobre su pecho, aún con el cuerpo temblando.
    
    Me acomodó boca arriba y siguió el bombeo; metió sus manos bajo mi cuerpo agarrando mis nalgas. El bombeo se hizo rápido, la venas de su cuello se saltaron, el tronco de carne se engrosó, se enterró hasta el fondo de mi vagina, se quedó quieto. Sentir las pulsaciones de su falo era delicioso, estaba yo deseando que me inyectara su semilla ardiendo.
    
    Se retiró de dentro de mi, mi vagina aún palpitaba de placer.
    
    Entonces él bajó hasta mi entrepierna y comenzó a chupar todo lo que salía de mi, estaba limpiando mi vagina de su leche y mis jugos. Lo volteé a ver y sus ojos me miraban con el placer de un manjar conseguido. El ver sus ojos y su lengua hurgando mi intimidad me provocó un orgasmo.
    
    Cuando quedó satisfecho, se acercó a mi boca y me dio un apasionado beso. En lugar de rechazarlo, el aroma de la mezcla de nuestros sexos, me empujó a probar ese elixir.
    
    Hubo algunos encuentros más, perversos, torcidos; pero muy placenteros de los que platicaré en otra ocasión… 
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