En el siguiente curso de verano me voy a matricular en tú clase, para que me vuelvas a romper el culo. - Relatos Eróticos

En el siguiente curso de verano me voy a matricular en tú clase, para que me vuelvas a romper el culo.

... en una de esas, me preguntó sobre las prácticas sexuales de los Incas, cuando nos dimos cuenta que su voz había sonado totalmente femenina sin él haber hecho ningún esfuerzo, sin sorprenderme, le dije. “Para algunas personas esa raíz las afecta un poco, haciéndoles pensar que en su cuerpo se han generado características del sexo opuesto, de hecho, un pequeño grupo de sacerdotisas, y sacerdotes de los Inca, usaban esa raíz como parte del culto a sus dioses.” En ese momento, me dijo que se sentía que se ahogaba, ya que el sostén que estaba usando, le apretaba demasiado, además también me dijo que su falda también la sentía sumamente apretada, como si sus caderas hubieran crecido, de momento coloqué mi mano en su nuca, y él actuó, como si una corriente eléctrica bajara por toda su espalda hasta sus nalgas, al mismo tiempo que él echando su cabeza hacia ha tras, se agachaba. Ah medida que se me quedaba viendo, le dije. “Por lo visto a ti se te desarrollaron todas las características de un solo golpe, primera vez que veo que eso pasé, y de manera tan rápida.” Sin quitarle la mano de la nuca llevé mi boca a su boca, y le di un beso, mi lengua se introdujo dentro de su boca penetrando a través de sus labios, Hernán trato de oponerse, pero dejó de hacerlo. Se entregó en mis brazos, mis manos exploraron todo su cuerpo, sin él darse de cuenta lo fui desnudando, su sorpresa fue mayor al él alucinar, que el pequeño sostén que se habían puesto contenía un par de inmensos, senos, al él ...

... meter su mano dentro de sus pantaletas. Luego me dijo que se sentía sumamente excitado, pero a la vez sorprendido de que su pene, no se encontrara erecto, ya que se encontraba totalmente retraído, al pasar mis manos por sus nalgas, sin vergüenza alguna me dijo que él deseaba que se lo metiera. En fin mi estudiante se había convertido en toda una puta, y no entendía que lo que le pasaba, pero sin quitarle la mano de su nuca, lo fui empujando hasta el piso, hay se encontraba el, semidesnudo, pidiéndome que lo penetrase. En ese momento saqué mi verga del pantalón, la cual se encontraba totalmente erecta, y apuntando a su boca, además me dijo que sentía sus pantaletas mojadas, tanto que pensó que de la emoción se había orinado encima, pero no fue así, en sus ojos vi el deseo que tenía por ser penetrado. Le dije, al tiempo que él habría su boca para mamar mi verga. “Esto solo sucede, si hay una fuerte inclinación, y en tu caso parece que es así.” Él se sorprendió algo por lo que le dije, él entendió que le había dicho que él sexualmente se sentía como una mujer, mientras me lo estaba mamando, en un respiro que tomó, me dijo que nunca había hecho eso, pero sentía un gran placer al hacerlo, de momento el saque mi verga de su boca lo tomé por el brazo, y lo levanté poniéndolo frente a un espejo de pared. Hay estaba él, convencido de que se había convertido en casi toda una mujer, cuando le arranque las pantaletas se quedó boquiabierto, ya que su pene se había reducido tanto que parecía ...