1. Las damas de compañía no tienen memoria


    Fecha: 14/08/2017, Categorías: Microrelatos, Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... todo aquello se daba al natural de cómo se debe disfrutar el sexo. Obviamente salimos de la pileta ya bastante excitados y ella se toma el tiempo para secarme y aprovechar a darme un masaje en el proceso. Yo veo sus suculentos melones y se me antoja chuparlos y es ella la me los ofrece poniéndomelos frente a mi rostro cuando yo estoy sentado en esa cama atípica de esta habitación. En esta ocasión soy yo el que pregunto:
    
    - ¿Me puedes dar tus pechos, se me antoja mamarlos?
    
    - Son tuyos querido… ¡es lo que más me encanta!
    
    - ¿Te gusta una mamada delicada o violenta?
    
    - ¡Como tú quieras, como sea me va a encantar!
    
    Le preguntaba, pues hay chicas que son muy sensibles con sus pechos, pero Briana es de esas chicas que lo disfruta sin importar si están adoloridos y ella gime de placer cuando le mamo y mordisqueo sus pezones. De repente es ella la que me dice: Antonio, creo que estoy a punto de acabar.
    
    No me había dado cuenta, que mientras yo le mamaba alocadamente sus dos ricas tetas ella se masturbaba frenéticamente su clítoris. Y es de esta manera que explota en un grandioso orgasmo que me saca de si, pues me parece sorpresivo: ¡Tony me corro! - y gemía alocadamente.
    
    Recupera la compostura después de un gemir y jadeo incesante. Su respiración vuelve de alguna manera a lo normal y ahora es ella la que se vuelve a insertar lo más que puede mi verga en su boca. La lame, la escupe y la vuelve a lamer… ella está concentrada en darme placer oral y luego me pide que me ...
    ... acueste sobre mis espaldas en la cama y yo la asisto. Mi pene erecto sale apuntando al cielo del apartamento y Briana se pone mi pene entre sus dos enormes pechos y con una habilidad requerida en estos trotes de su profesión, ella me hace la rusa que fue una delicia. Envolvió mi pene entre sus pechos y ese intento, esa fricción de mi pene entre sus pechos provocaba el mismo chasquido que cuando mi pene entra y sale de una vagina o ano muy bien lubricados. De vez en cuando se introducía la punta de mi verga y es cuando solía decir: Tony, quiero que te vengas en mis pechos.
    
    No pasaron más de cinco minutos y esta chica Briana me hace venir en el paraíso y poema de sus dos ricas tetas. Han sido contadas las veces que me corro entre unas ricas tetas y Briana lo había logrado. Mi esperma cubrió sus dos suculentos pechos, pues ella los expandió a toda la extensión de sus dos ricas tetas y con el índice se llevó parte de esa materia blanca y me dijo como lo que algunas chicas antes me habían dicho: Sabe a jugo de naranja.
    
    Esta vez pasamos al baño a ducharnos y mientras estábamos ahí, Briana me la vuelve a poner erecta, pues en esa época habría tenido mis 35 años, y quizá era la época que recuerdo era más viril y me recuperaba fácilmente si de una buena faena sexual se trataba. Me la vuelve a mamar y es ella la que usando un lenguaje más obsceno y que me motiva pues era como hacerle cosquillas a mis testículos, Briana me dijo: Antonio, quiero que me rompas el culo.
    
    Briana tomó ...
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