1. La sumisión de Julieta


    Fecha: 10/02/2019, Categorías: Gays Autor: gian, Fuente: CuentoRelatos

    ... solo escuchaba como hablábamos de ella como si no estuviera hay hasta que Susana dijo
    
    Susana: Bueno yo los dejos esto me puso un poco caliente.
    
    Beso a mateo de una forma que el aire empezaba a llenar de lujuria y se paró y se llevó a Mateo al cuarto, no sin antes mirarme y guiñarme un ojo.
    
    Gian: Bueno Juli, por fuera de chiste, ¿qué pasa con tu novio? ¿Por qué no estas con él?
    
    Julieta: La verdad estamos peleando y solo me quiero alejar de él, por eso vine, pero te aclaro que eso no significa que quiera acostarme contigo.
    
    Gian: No me importa si te vas acostar conmigo o no. Además, si crees que eres especial, si quisiera follar tengo a quien llamar, así que no te creas mucho conmigo.
    
    Ella se quedó perpleja me hizo notar nadie le había tratado así y ese fue el momento que buscaba.
    
    Gian; Mejor dime, están mal porque el sexo no es bueno, ¿cierto? es monótono aburrido y tú quieres más.
    
    Julieta: Pues, la verdad, yo si quiero más, pero él no sabe, no quiere, no sé.
    
    Gian: Veo que la perra que llevas dentro no la has podido desatar y sigues mal follada. A las mujeres hay que sacarles el morbo la perra que llevan que, en el sexo, que giman, griten sientan dolor y placer sientan como cada agujero pide más y más verga.
    
    Ella se quedó mirando y bajo la mirada dándome aprobación a seguir se tomó un trago más y me sirvió a mí la verdad el vodka estaba frio delicioso y la compañía más.
    
    Gian: Dime, Juli, aquí entre nos ¿qué tal lo mamas?
    
    Julieta: No me ...
    ... preguntes eso es algo personal.
    
    Gian: me late a que no lo haces bien.
    
    Julieta: Si lo hago, ninguno se ha quejado.
    
    Gian: Los pendejos no tienen derecho a juzgar porque mejor no me lo compruebas.
    
    En ese momento ya se escuchaban los gemidos de Susana.
    
    Julieta: No sé, no quiero ser infiel.
    
    Gian; Mejor chupa perra que sé que lo quieres hacer, estás antojada y caliente por lo que veo.
    
    Y así lo hizo, me saque la verga en la sala y ella se acercó, me miraba a los ojos mientras empezaba a darle besos suaves pero yo quería sentir la boca completa. La agarré del cabello y le metí la verga de un solo golpe, ella apenas me miro pero no dijo nada.
    
    Le saque la verga, me pare frente a ella y se lo empance a meter en la boca duro. Me la estaba follando, apenas las babas caían en las tetas de esta perra, la escupí, la cacheteé cuando lo hice saco la verga.
    
    Julieta: ¡No me pegues! ¿Que te pasa?
    
    Gian: Chupa perra que eso es lo que quieres.
    
    Empezó a chuparlo con más devoción, lo sacaba, lo saboreaba. Se notaba que lo estaba disfrutando. Luego la levante, le quité la blusa, el brassier y así pude ver esos pezones ricos paraditos en esas tetas grandes redondas. Las apreté, pellizqué los pezones, la hice gritar para luego chuparlos. Me encantaba como estaba siendo de sumisa, como estaba siendo de perra. Le ordene se quitara las blusas y las bragas.
    
    Una tanga tipo hilo, pequeñas, escasamente cubría su coño mientras su culo una fina línea de hilo se perdía entre sus ...