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PODER SOBRE MARIA JOSE
Fecha: 10/02/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... levante para irme y entonces di media vuelta y dije a por cierto me gusta tu camisa, pero tu falda algo más corta debería ser y me fui. Al llegar a casa todo fue monótono cena lavar los platos y ponerme a leer nuevas historias a los quince minutos de nuevo tuve una llamada por cam de María José, encendí la cam y allí estaba ella sus primeras palabras fueron estas: -Te gusta más así: llevaba puesto la misma camisa y una falda negra corta súper corta, entonces le dije para estar en casa no decías que vestías más cómoda. -Si pero quería enseñarte esta falda hacia lo menos tres años que no me la ponía por lo corta que me va. -Como veo llevas sujetador y tanga negros para mí con esa ropa esas dos prendas sobrarían. -Que quieres decir que no te gustan me dijo. -No quiero decir eso respondí solo digo que yo quitaría esas dos prendas, Y sin decir nada se alzó y sin quitarse la camisa se quitó el sujetador y acechándose un poco se quitó el tanga volvió a sentarse y dijo. -Así te gusta más. -Yo conteste que sí. -Bueno y retomando la conversación de esta tarde me dijiste que debería ser una sumisa tuya para poder hacerme esas fotos. -Así es respondí yo. -Antes de entrar a chatear contigo he estado viendo algunas fotos y he leído sobre ser sumisa y tengo cientos de preguntas en mi cabeza Después de un rato hablando con ella nos despedimos y me dijo a lo mejor mañana voy a verte al parque. Al día siguiente yo como siempre fui al parque y a los pocos minutos vino ella y vestía lo mismo que ...
... me enseño por cam y sin nada de ropa interior. Yo le dije: -As sido así a trabajar, no me contesto me he llevado la ropa y al salir del trabajo me la puse esta ropa la llevo para que me vieras tu sin cam. Era viernes y me propuso de ir a mi casa, yo le dije que pocas mujeres habían entrado en mi casa pero quien había entrado luego fueron mías. Y ella dijo yo quiero ir a tu casa. Apenas entre a la casa sin mediar palabra la lleve directamente a mi dormitorio, la tiré en la cama y comencé a refregarle mi bulto por su cuerpo. Ella me detuvo y me dijo con un brillo de deseo en sus ojos que quería sentirse sometida, que abusara de ella, que la violase y que estaba a mi entera disposición para lo que yo quisiese. La idea me gustó. Esa sensación de poder me producía un morbo inexplicable que me excitaba cada vez más. No lo dudé ni un minuto más. Apenas entramos, la tumbe de un empujón en la cama y tome unos cinturones para atarle las piernas y los brazos a los extremos de la cama, dejándola prácticamente inmovilizada. Tome una tijera y le corte su camisa, liberando sus enormes tetas de donde estaban y luego le quite la falda y la deje desnuda y viendo su clítoris lleno de pelos fui al baño y cogiendo mi máquina de afeitar y mirándome ella con una cara de terror le afeite todo su coño, luego mirándome con cara de lujuria vio como atentamente me quite mi ropa y cogiendo mi cinturón se lo pase por su cuerpo dándole al principio pequeños azotes que no hacían más que excitarla a un más. ...