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Mi mujer atiende a nuestros invitados
Fecha: 02/11/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Wense, Fuente: CuentoRelatos
... empecé a darle mordisquitos en las tetas… Lucía seguía lamiendo y lamiendo, Juan me sacó mi Jersey blanco y quedé ante él con mi sujetador negro y rojo, de flores, me lo mordió un poco por encima, y Lucía tiró de su jersey negro y rosa, momento que aproveché para agarrarle la polla, lo estaba deseando, ella subió un poco con aquel sujetador que apenas podía sujetar sus tetas, empezó a morrearse con Juan, y le decía, ―Que, ¿te ha gustado? ¿No lo hago tan mal? ¿No? Y tú, ¿Sylvia, como lo haces? Me estaba invitando a comerle la polla a su marido, no lo dudé, me incliné y seguía su trabajo, le agarré los huevos y empecé a chupar, había una mezcla de sabores, semen, saliva, marcas rojas de pinta labios, era algo super excitante… Así estuve un rato, mientras ellos se decía cosas cariñosas, yo seguía entregada a lo mío, con verdadero frenesí, la sola idea de que mi marido estaba en la ducha mientras yo me lo montaba con nuestros mejores amigos en el salón, me estaba haciendo parecer una puta, y me encantaba, sólo lo había hecho con un par de tíos, y siempre le había sido fiel a mi marido, pero ahora… Juan le soltó el sujetador a Lucía, y empezamos las dos a turnarnos con su polla, la pajeábamos ahora a dos manos, a una, una boca, la ...
... otra, Juan estaba en el cielo, ni se lo creía allí estábamos en el sofá rinconera de casa, dos rubias para él solo. —Lucía, tengo que follarte, desnúdate, que quiero follarte, te vas a enterar… Juan ni se movió de cómo estaba, Lucía se levantó, se quitó los vaqueros, las bragas, los zapatos, mientras yo me morreaba con su marido, y le quitaba la camiseta, por Dios, que torso, Lucía ya estaba desnuda, se sentó a cuclillas de espaldas sobre Juan, fue abriéndose hasta insertarse por completo, tenía el pubis depilado, sólo le quedaba una tirita de pelos encima del monte de venus, aquello era un espectáculo, Lucía me miraba, yo estaba de pie, con los vaqueros y el sujetador, delante de mi amiga, mirándola como una boba como se follaba sin compasión a su marido, Lucía tenía la mirada como perdida y empezó a hablarme… ―¿Te gusta? ¿Te gusta lo que ves? Ah, ah, ah, sigue, sigue, anda quítate la ropa y ahora te lo presto, no es tan malo, ah, ah, ah… No lo pude resistir, me incliné y me di un morreo con mi amiga, le chupé las tetas, dándole un pequeño mordisco en el pezón, como me gusta que me hagan a mí, y me desnudé deprisa, me subí al sofá y seguí con mis primeros escarceos lésbicos, de vez en cuando le agarraba el trozo de polla que sobraba…