1. Aventuras con mi hijastra la excursión


    Fecha: 03/11/2025, Categorías: Hetero Incesto Sexo con Maduras Autor: SERRANO V4, Fuente: SexoSinTabues30

    ... otra de un azul eléctrico, Michelle y Camila la perseguían, gritando y riendo al mismo tiempo. “¡Astrid, devuélveme eso!”, gritó Michelle, intentando alcanzarla. “¡No es gracioso!”, añadió Camila, con una mezcla de indignación y diversión en su voz. Astrid, riendo a carcajadas, corrió hasta mi lado y, antes de que pudiera reaccionar, metió el par de bragas en el bolsillo de mi pantalón. “¡Guárdalos bien, papá!”, exclamó Astrid, con una risa triunfal. Michelle y Camila se detuvieron en seco, mirándola con sorpresa. “¿Qué quieres decir?”, preguntó Michelle, con el ceño fruncido. “Ahora estamos a mano. ¡Esto es por levantarme la falda en el coche!”. Astrid añadió, mirando a sus amigas con una sonrisa aún más amplia: “¡Y ahora las tres no tenemos chones!”. Astrid, tomando mi mano firmemente y con voz dulce, dijo: “Papá, ¿nos acompañas a la caja?”. Mientras tanto, las mejillas de Camila y Michelle se ruborizaron ligeramente por la sorpresa y la vergüenza ante la revelación de Astrid. Mientras nos dirigíamos a la caja, pasamos junto a una sección de tangas de todos los colores y estilos. Astrid se detuvo en seco, sus ojos brillando con deseo. “¡Miren esto!”, exclamó, señalando un conjunto de tangas de encaje negro transparentes con detalles brillantes, también examinó las de hilo dental “¡Son perfectas!”. Michelle y Camila se acercaron, examinando las tangas con curiosidad. “Son preciosas”, admitió Michelle, deslizando sus dedos por la delicada tela. “Pero… ¿no son un poco ...
    ... atrevidas?”. Astrid se giró hacia mí con, sus ojos brillando con inocencia. “Papi,” dijo con un tono meloso, “hemos sido unas niñas muy buenas hoy, ¿verdad chicas? Y yo me he portado especialmente bien… ¿nos compras también algo de aquí?” Sus ojos se desviaron hacia el expositor de tangas de encaje. Michelle y Camila intercambiaron una miradas, sus ojos también brillaron de emoción. Se acercaron hacia mi. “Sí, Papi,” añadió Michelle con una voz muy tierna, “nosotras también queremos llevarnos algo bonito.” Camila asintió con entusiasmo, su mirada fija en las tangas de colores. “¡Sí, por favor! Algo lindo para la excursión…” Las miradas combinadas de las chicas, sus ojos brillantes fijos en mí, eran difíciles de resistir. Un suspiro se escapó de mis labios, pero una sonrisa se dibujó en mi rostro. “Está bien, chicas,” dije. “Ya que se han portado tan bien… escojan las que más les gusten.” Astrid asintió, con una sonrisa triunfal. “¡Perfecto! Papá nos va a comprar las tangas todas. Astrid fue la primera en lanzarse al expositor, examinando con detenimiento las tangas de encaje negro transparente que había señalado anteriormente. Pero finalmente, sus dedos se detuvieron sobre una delicada tanga. Era un diseño de sutil elegancia, con una parte delantera confeccionada en un encaje floral de un tono coral suave. Las flores del encaje se distribuían delicadamente sobre la piel, creando un efecto visual ligero y femenino. El borde superior del encaje presentaba un festón ondulado, añadiendo ...
«12...8910...17»