1. De metrosexual a maricón solo me faltó un empujón.


    Fecha: 07/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Gays Sexo en Grupo Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... el porqué, la conversación de ellos tres giraba en torno a mi cuerpo, y mientras seguimos bebiendo, cosa que lejos de incomodarme o molestarme me enorgullecía. Al punto que cuando me propusieron que nos fuéramos a uno de los reservados para ellos pudieran admirar todo mi cuerpo, en lugar de darles las gracias y retirarme, actuando tontamente acepté, quizás por el sin número de cervezas que me había bebido, o quien sabe por qué razón, la cosa es que los acompañé al reservado. Ya en el reservado, que en realidad era el patio trasero del puesto de comida, seguimos bebiendo, y los tres continuaron adulándome diciendo que bien se me veía la ropa que tenía puesta, y cosas así por el estilo, y mientras seguimos bebiendo, uno de ellos insistió que no era la ropa, lo que me hacía ver bien, sino que era que por mi cuerpo que se me veía muy bien. Fue cuando uno de ellos me propuso que me quitase la poca ropa que tenía puesta para ver cómo me veía, cosa que quizás en otro momento, lo hubiera mandado bien largo al carajo, pero como ya les dije no sé qué me pasó que lejos de negarme, sin que insistieran mucho, y tras darme otro trago, pero de ron, voluntariamente me comencé a desnudar. Pero quizás por lo ebrio que me encontraba, me quité la camisilla sin mangas, como si fuera una bailarina nudista, y cuando me comencé a bajar los pantalones cortos, actué de igual forma y manera, para luego ir quitándome hasta las medias, y las zapatillas de goma que me encontraba usando en esos momentos. ...
    ... Al quedar del todo desnudo, los tres me pidieron que modelase, cosa que de manera muy alegre comencé hacer, pero lo que más me sorprendió a mí mismo fue que a medida que seguía modelando, de manera coqueta les mostraba mis nalgas en todo momento. Por lo que cuando comenzaron los tres acariciar mi cuerpo y en especial mis nalgas, no me sentí mal por eso, todo lo contrario, el que sus manos acariciaran mi piel, hacía que se me pusiera la piel de gallina, y cuando uno de ellos me comenzó a besar por el cuello y mis orejas, casi me desmallo del placer. Aunque nunca hasta esos momentos, ningún otro hombre me había acariciado mis nalgas, como ellos tres lo estaban haciendo, y por mi parte jamás me había sentido atraído por hombre algunos, en esos momentos, sin que me lo llegasen a decir, yo sabía que me iban a comer el culo, y para mí en esos momentos, era lo mejor que me podía suceder. Por lo que cuando uno de ellos, colocando sus manos sobre mis hombros, realizó una pequeña fuerza, yo de inmediato me agaché hasta que mi rostro y boca, quedaron a la altura de su verga, la que en cosa de segundos la sacó del pantalón, y casi de inmediato me la llevé a la boca y me dediqué a mamársela. Al mismo tiempo uno de sus acompañantes, me tomó por las caderas, hizo que separase las piernas, tras lo cual comencé a sentir sus ensalivados dedos introduciéndolos dentro de mi culo, hasta que, al poco rato, mientras yo seguía mama que mama, comencé a sentir como ese tipo me estaba penetrando por el ...