Relatos cortos de bondage. Parte III - Relatos Eróticos

Relatos cortos de bondage. Parte III

SIN PRISA

Me he maquillado y me he vestido como sé que a él le gusta, con un conjunto de lencería negra liguero y medias includias. Y esta sonrisa no es casualidad, es una consecuencia.

He servido una copa de vino blanco y he colocado las cuerdas rojas justo frente a mí, cuidadosamente dispuestas. Las he tocado un par de veces, solo para asegurarme de que las note en cuanto entre.

No diré una palabra. No necesito hacerlo. Me siento aquí, tranquila, sabiendo que el mensaje es claro.

El juego no empieza cuando me ate. Empieza en el momento en que me mire.

UN REGALO ROJO Y NEGRO

Sé perfectamente cómo me veo ahora.

Atada en un ajustado hogtie, las cuerdas rojas marcando suavemente el pequeño vestido negro que elegí solo para ti. Una ballgag roja entre mis labios, a juego con las cuerdas. Un poco de elegancia, un poco de rendición. El contraste perfecto entre negro y rojo, mis dos formas favoritas de decir “por favor”.

No puedo moverme mucho. Y no querría hacerlo. Esto no es solo inmovilización. Es una presentación. Un regalo envuelto en nudos y en una callada desesperación, esperando a que me toques.

Me siento realmente hermosa así. Expuesta en todas las formas que importan. Las cuerdas del pecho me abrazan en todos los lugares correctos. Mi cuerpo es tuyo para mirar, para jugar. Y lo sabes. Puedo verlo en tus ojos cuando te detienes el tiempo justo para admirar la estatua de carne que has creado conmigo.

Me muevo apenas un poco. No para escapar. Solo para recordarte lo buena que soy siendo exactamente lo que quieres que sea.