1. El primer trio de mi amiga Karen


    Fecha: 16/11/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: S Vellum, Fuente: TodoRelatos

    Karen mide 1.65 m, es rubia, de tez blanca y va al gimnasio tres veces por semana. Tiene unas piernas bien torneadas, firmeza en sus movimientos, y unos pechos generosos que resaltan en cualquier outfit, aunque siempre con estilo. Su trasero, más discreto, le da ese equilibrio que vuelve a muchos locos: provocadora sin necesidad de exagerar. Esa noche, después de una semana intensa, se arregló como quien no busca, pero no evita encontrar.
    
    El vestido rojo corto se ceñía a su cuerpo como una segunda piel. Tacones negros, labios encendidos, mirada felina. Había salido con Daniela y otra amiga a una discoteca nueva en la ciudad. La música era perfecta, el ambiente cargado de energía y los cuerpos en la pista eran un reflejo de puro deseo contenido.
    
    Mientras bailaba en grupo con sus amigas, notó cómo dos hombres la observaban desde la barra. No eran del tipo tímido. Vestían con seguridad y tenían esa expresión de juego en la mirada. Uno de ellos, moreno, fornido y tatuado, se acercó primero y le pidió bailar. Karen aceptó con una sonrisa. Poco después, el otro —más alto, de ojos claros y sonrisa traviesa— se les unió. Lo que empezó como una coreografía divertida entre tres cuerpos pronto se volvió un juego de miradas, roces, y susurros en la pista.
    
    Karen no era de ceder fácilmente, pero esa noche... todo se sentía distinto. El deseo no se disimulaba, y el ritmo de la música parecía marcar los latidos de algo más salvaje.
    
    Entre una canción y otra, uno de ellos le ...
    ... ofreció un trago. Rieron, bromearon, y la tensión sexual entre los tres se hacía más evidente. Le preguntaron si quería salir un rato a tomar aire. Karen aceptó.
    
    Ya en el carro, se sentó atrás, con los dos hombres a cada lado. Las luces de la disco aún iluminaban sus rostros por momentos. Uno de ellos se acercó por detrás y le susurró algo al oído. No era tanto lo que decía, sino cómo lo decía. Le besó el cuello mientras el otro le acariciaba las piernas.
    
    La tensión creció y se fundieron en besos, primero con uno, luego con el otro. Karen se dejaba llevar, respondía, disfrutaba el momento. Sentía como cuatro manos jugaban con su cuerpo, como iban recorriendo centímetro a centímetro sin dejar nada suelto, hasta que se posaron en su hilo y solo notaba como pasaban por debajo de tan delgada tela, y como se encontraban con su vagina ya húmeda, uno se quedó jugando en su clítoris lo que la hacía gemir cada vez más y otro comenzó a jugar en su interior, mientras seguía el intercambio acalorado de besos, y sentía como jugaban con sus tetas. Se reían entre jadeos, y uno de ellos bajó la intensidad con caricias suaves sobre su espalda y piernas. Se notaba que sabían jugar en equipo.
    
    El ambiente dentro del carro se volvió denso, caliente, casi irreal. Uno de ellos le propuso ir a un motel cercano. Ella los miró, se mordió el labio y asintió.
    
    En el camino, uno de los chicos desabrochando su vestido sutilmente, mientras ella sentía ya como estaba de erecto ese pene asi que lo saco, ...
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