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Carlita el regalito en un concierto.
Fecha: 16/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Infidelidad Voyerismo Autor: RegalitoEC_25, Fuente: SexoSinTabues30
Mi nombre es Francisco, en la actualidad tengo 33 años, soy ingeniero y mi trabajo me hace pasar mucho tiempo fuera de casa. Estoy casado con Carla, desde hace casi 10 años, ella es una mujer hermosa, su piel es blanca, sus ojos son verdes, un poco chinos, mide 1, 65 es alta para el promedio, sus labios son muy gruesos, sus pómulos son pronunciados, su nariz es perfecta casi de niña, su rostro es angelical. Lo que más resalta de Carla a primera vista es su cuerpo, sus piernas son muy largas, finas en los tobillos y muy gruesas en los muslos, tiene una cola muy redonda y respingona, nalgas redonditas un poquito gordas, bien apetecibles, su cintura es muy fina y sus pechos sin ser grandes, no son pequeños, sus medidas son 93 – 61 – 85. Carla es una mujer recatada creció en una familia muy católica, acompaño a sus papas a la iglesia cada domingo hasta que se caso conmigo, su papa era muy estricto, mientras que su mama solapaba sus salidas. La voz de Carla es fina y muy dulce, estuvo en el coro de la iglesia, a ella le gusta usar ropa elegante, pero en la adolescencia siempre vestía licras de colores, con zapatillas y busos apretados. Carla y yo nos conocimos en el colegio, en un club de baile, Carla tenía 15 años y yo 18, ella era tres años menor que yo, sus amigas le decían regalito porque siempre utilizaba cintas y moños en el cabello, como una cinta de regalo. El tema de conversación del club a menudo eran las chicas guapas que asistían, y cada vez que hablábamos los ...
... chicos de Carla, siempre elogiábamos su colita respingona, sus nalgas redonditas y bien formadas, y las piernas que las acompañaban. Mas de uno, afirmaba que se complacían con fotos que le tomaban cuando estaba de espaldas. Y en los ensayos de baile era común que los chicos se le arrimen, ella era muy inocente, nunca reclamaba, más bien sonreía, cuando sentía manos en su colita o alguien le arrimaba el paquete. Aunque la profesora de baile siempre nos regañaba cuando lo hacíamos de manera muy evidente. En una clase de baile practicamos reggaetón y mi buena fortuna me hizo coincidir con ella, fue hermoso, tenerla bailando, moviendo su colita de cerca y sobándome, esas nalgas de ensueño en mi paquete. Desde ese día, hablábamos en todos los recreos, nos conocimos, nos enamoramos, yo la cuidaba mucho, ya no dejaba que la toqueteen y ella ahora ya se cuidaba de no dejarse manosear, pero me demore mucho en declararme. Un día supe que en una feria local llegaría un grupo musical que a ella le gustaba mucho. Contradictoriamente, con la formación que ella recibía de sus padres le encantaba el reggaetón y eso había arrastrado de sus primas y sus amigas una generación bastante liberal, una generación llena de putas la verdad. Yo quería aprovechar la ocasión y la invite al concierto mostrándole dos entradas que había comprado con mis ahorros, ella se sonrojo y vi el adorable color de sus mejillas rojitas. Ella tardo un par de días en confirmar que iría al concierto, y al principio ...