Seducida por escrito 3 - Relatos Eróticos

Seducida por escrito 3

Me puse la faldita que había llevado por la tarde, un conjunto de sujetador y bragas de encaje blanco y una camiseta de tirantes. Cogí un pañuelo grande, una braga de cuello y bajé al hall, abrí la puerta y me fui al rincón que me había indicado, que si es cierto, queda un poco fuera de la vista en caso de pasar alguien por la acera. Me puse la braga en los ojos y encima el pañuelo dando dos vueltas y atándomelo fuerte. Las bragas me las había puesto limpias y ya las tenía mojadas de lo cachonda que estaba.

De repente escuché pasos que se acercaban, noté una mano agarrarme el culo y la otra el cuello, unos labios se juntaron con los míos y una lengua entró en mi boca en busca de la mía.

Le desabroché los pantalones y le saqué la polla, la tenía dura como una piedra, entonces le dije

-Querías saber mis técnicas? Siéntate en el sofá (hay un par de sofás en el hall)

Me arrodillé y empecé a comerla, lamiendo el tronco, los huevos, babeándola, chupando, succionando, en pocos segundos noté que se tensaba y chorros espesos de semen empezaron a salir de su polla inundándome la boca. Con todo ese semen espeso en mi boca levanté los brazos para cogerle la cabeza y acercármela a la mía para darle un morreo jugando nuestras lenguas con su leche, volví a centrarme en la polla y seguí comiéndosela como si estuviera poseída. No tardó mucho en volver a ponérsela dura, tardó algo más en volver a correrse, pero tampoco mucho.

-Ahora sí, soy tuya, hazme todo lo que ...

... quieras.

Me sentó en el sofá, me quitó las bragas, me separó las piernas y empezó a comerme el coño.

-Ponme las bragas en la boca, no soy nada silenciosa, y cuando me folles tápamela también fuerte con una mano.

Al no tener el sentido de la vista, el placer parecía mucho mayor, si él se me había corrido en la boca en pocos segundos a mi me pasó igual, pero al igual que yo siguió hasta volver a correrme.

Entonces me levantó y volvió a sentarse el. Guiándome con sus brazos me puso encima suyo, abierta de piernas.

-¿Quieres que te cabalgue? Si es que sí dame una palmada en el culo. Y así lo hizo.

Empecé a cabalgarle, sentía esa polla como nunca había sentido ninguna dentro de mí, al mismo tiempo que como me había dicho empezó con un dedo, después dos y después tres en mi culo. Esa noche descubrí como podía intensificarse el placer simplemente por haberme vendado los ojos. En breve pasé el punto de no retorno y noté que me venía el orgasmo, con lo que aumenté el ritmo hasta que me corrí.

Me indicó salir de encima y ponerme encima del sofa a 4 patas, el puso la punta de la polla en mi culo, una mano en mi cadera y la otra en mi hombro, y de un empujón con su cadera y apretándome contra el me la metió entera. Empezó a empotrarme, pero como un animal salvaje, sentía como me apretaba fuerte con las manos para aguantarse los gemidos. De repente se abalanzó sobre mi espalda, con la polla en mi culo, y su boca al lado de mi oreja, empezó a respirar fuerte, y por fin sentí dentro ...