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Noche en el calabozo
Fecha: 22/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: piesitos, Fuente: TodoRelatos
... fluidos vaginales y por la orina. –dijo Clara. –Entiendo. –respondió Isabel. –¿Y lo que hemos encontrado en el maletero? –preguntó Isabel. –Es dónde llevo a mi esclava cuando viaja conmigo, sujeta con esas argollas y para que no le suceda nada. –respondió Clara. –Además, sé lo que estás pensando, pero tiene orificios para que entre el aire y no se asfixie. –dijo Clara –Vale, gracias por su ayuda. –dijo Isabel, tratándola de usted. Algo que le gustó a Clara muchísimo, porque el uniforme la excitaba desde niña y había soñado con tener juegos sexuales con algún agente de la ley. –De nada, es un placer ayudarte Isabel. –respondió Clara con una sonrisa, dejándola sin reaccionar. –Si quieres que te explique algo más o tienes más interés, me lo dices cuando quieras. –dijo Clara. –Si, muchas gracias. –respondió Isabel. –Por cierto, dile un mensaje a Marta de mi parte. –dijo Clara, quedándose escuchando Isabel antes de salir por la puerta. –¿El qué? –preguntó Isabel. –Que te presente sus respetos. –respondió Clara, mientras Isabel se marchaba contrariada y confusa por lo que acaba de escuchar. Los demás compañeros estaban haciendo sus tareas, y otros agentes estaban hablando con el resto de las chicas. De esa manera, Isabel hizo tu informe, pero no escribió nada sobre el BDSM, ni de lo que le había dicho Clara que era Ama y que Marta era su esclava. Esperó a entrar a la sala donde estaba Marta, y nada más salir su compañero, el cual, le ...
... dijo. –Me ha dicho que era una novatada y que estaban jugando. –dijo Marcos. –¡Vaya, juegos! –respondió Verónica. En eso, que entró Isabel y estando de pie, le dijo a Marta algo. –He estado con Clara y me ha dicho que te diga este mensaje. –dijo Isabel. –Presenta tus respetos. –dijo Isabel, e inmediatamente al escuchar eso, se puso de rodillas, y besó los zapatos de Isabel. Isabel se quedó sorprendida, pero al segundo, Marta lamía sus botas de trabajo, dejándola sorprendida. Ella, alucinaba, pero Marte la habló. –Puede levantar sus botas, por favor señora. –suplicó Marta, viendo como levantaba su bota, sentándose en una silla. Mientras que Marta, lamía la suela de sus botas, una detrás de otra hasta dejárselas relucientes. –¡Muchas gracias, señora Isabel! –dijo Marta, besando sus botas repetidamente sin parar hasta que Isabel se apartó. Marta había entendido la indirecta para quedarse de rodillas y decirla a Isabel. –Muchas gracias por permitir a esta humilde esclava presentar sus respetos ante usted señora Isabel, tal y como me ha ordenado mi Ama Clara. –dijo Marta, a la que los uniformes la excitaban. Isabel, no supo que decir o que hacer, y salió de la sala, alucinada, pero curiosamente, excitada y cachonda perdida por ver todo aquello. No sabía lo que estaba sintiendo, pero eran unas sensaciones nuevas que nunca había experimentado. –¿Cómo era posible que una chica de su misma edad fuese tan sumisa? –se preguntó ella, sin encontrar alguna ...