1. El padrastro castiga


    Fecha: 26/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: elzorro, Fuente: CuentoRelatos

    Laura, con dieciocho años recién cumplidos, abrió los ojos y miró la esfera fluorescente del reloj de mesa.
    
    No era todavía la una de la mañana.
    
    Tratando de hacer el menor ruido posible se levantó de la cama y descalza, sin dar la luz, caminó con sigilo en dirección al cuarto de baño.
    
    Tras una puerta a medio cerrar, al fondo del pasillo, oyó con claridad los golpes, e imaginó la escena. El cinturón de su padrastro impactando contra los apretados glúteos de su madre.
    
    Laura se aproximó a la puerta y se atrevió a mirar por la rendija.
    
    Su madre estaba tumbada boca abajo. Tras una pausa, los viejos muelles de la cama de matrimonio comenzaron a chirriar como quejándose al tiempo que una voz femenina, pedía en éxtasis más y más mientras los huevos de su marido golpeaban rítmicamente su trasero.
    
    Más tarde, sentada en el retrete pensó en su madre. Estaba enferma. Cada día, a primera hora, desde hace una semana, su padrastro preparaba con precisión la medicina llenando con líquido blanco una gruesa inyección.
    
    -¿Hoy toca en la derecha o en la izquierda?
    
    -La nalga derecha.
    
    La larga aguja se clavaba sin piedad y el líquido blanco, dolorosamente, penetraba en el cuerpo.
    
    Su madre apretaba los dientes cada vez que la inyectaban.
    
    Laura contrajo el culo durante un instante mientras revivía la escena, avergonzada de encontrar erotismo en el dolor. Luego, relajando el esfínter, dejó escapar el pis.
    
    De vuelta en su cuarto pensó en otra mujer, la madre de su ...
    ... amiga.
    
    Aquella dama que acababa de cumplir cuarenta tenía estilo y se cuidaba. Un día se habían quedado a solas y, para su sorpresa, la mujer le había dado un beso en la boca.
    
    Esperó una disculpa, pero Paula, que así se llamaba la madre de su amiga, dijo.
    
    -¿Te gustaría acostarte conmigo?
    
    Aquello era inapropiado y sin embargo, quizás por curiosidad, Laura accedió.
    
    Paula se quitó toda la ropa y la joven la imitó.
    
    Luego se besaron con lengua.
    
    Después Laura, siguiendo indicaciones de su compañera se tumbó boca abajo y Paula, arrodillándose sobre la cama, apartó las nalgas de la chica y hundió su rostro en el joven culo besando y lamiendo el ano.
    
    Los pensamientos de Laura volvieron a su habitación. Miró de nuevo el reloj y constató que había pasado media hora.
    
    La experiencia con Paula había estado bien, pero faltaba algo.
    
    *******
    
    La enfermedad de su madre pasó en unos días. La mujer madura, agradecida, siguió un tiempo con su marido. El sexo con él era bueno, muy bueno, sin embargo, el castigo físico, los azotes que precedían al paraíso dejaron de gustarle. Al principio, cuando estaba enferma, cuando tenía que convivir con un culo dolorido, el escozor de los azotes era bien recibido, quizás su enfermedad no fuese más que el resultado de desear pecar carnalmente. Esas nalgadas, ese cuero calentando sus maltrechas posaderas, actuaba en su mente como un elixir psicológico, era una chica mala, merecía ser castigada y con la ayuda de los dioses volvería a ...
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