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Dominando a mi vecino gordo 13
Fecha: 01/12/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Ingridzs, Fuente: TodoRelatos
... sofá lo que hizo que su duro barrigón se hinchara proyectándose hacia afuera. A mi me resultaba imposible no excitarme con aquella manera de ser y moverse tan masculina que tenía el antiguo sacerdote. Cuando le traje el trago lo ingirió de una sola vez y continuo fumando. Mi hermana pequeña se había sentado a su lado abrazando su redonda barriga y dándole un beso de gratitud, apoyó su cabecita en su pecho. Don Antonio la acurrucó con su fuerte brazo y la besó en la frente meciendo su largo cabello. Mi hermana pequeña bajó la mano hacia su flácida verga, que aún así destacaba por lo grande y gorda que era, y comenzó a masturbarlo y a sobar sus enormes bolas sin prisa y con la delicadeza adecuada para que no pareciera sexo sino algo similar a el amor y cariño que una jovencita procura dar al hombre que la había iniciado en la sexualidad con la intensidad y aplomo que solo un experimentado adulto puede ofrecer. Él apagó el cigarrillo y cogiéndola con sus fuertes brazos por los muslos la levantó en peso. Mi hermana pequeña abrazando el cuello de Don Antonio lo besó con ganas quedando su vagina en contacto con la barriga de aquel macho a la vez que ella lo intentaba rodear con sus delgadas piernas. Estuvieron besándose un rato demostrando así la gratitud te sentían el uno por el otro en tan poco tiempo al haber mi hermana entregado su sexo juvenil a un sesentón dotado y él habiéndola tratado con experiencia y virilidad, la había hecho tener varios e intensos ...
... orgasmos que recordaría siempre. Ellos se estaban empezando a amar y aunque yo me había quedado fuera de lugar en ese momento, estaba alegre y sonriente al ver la felicidad en los ojos centelleantes de ella propios de alguien que ya se siente mujer propiedad de hombre mayor. También una envidia sana mi mente al comprender que no podía competir con ella por aquel adorable y potente jubilado. Simplemente por haber sido bautizada con su polla la preferiría antes que a mi. Mientras pensaba en todas estas circunstancias había permitido que Don Antonio llevara en sus brazos a mi hermana pequeña a mi dormitorio posándola en la cama con sus fuertes antebrazos como si fuera de pluma mientras él de pie se masturbaba contemplando la esbelta y pura figura blanquezca que acostada sobre mi cama esperaba que Don Antonio la amara de nuevo dándole el aprendizaje oportuno para su edad. Don Antonio sabía perfectamente que intensidad y “nivel” necesitaba aprender ahora mi hermana pequeña y con una asombrosa sapiencia y firmeza procedió a aplicárselo. Con torpeza por el volumen de sus 128 kilos, Don Antonio se acostó de lado hacia ella, apoyó su brazo en la almohada flexionado con la cabeza aguantada por su gran mano enseñando así los duros y grandes bíceps que se le marcaban duros y redondos, y flexionó su pierna abriéndola en forma de abanico para que sus genitales y su barriga quedaran visibles ante ella. Le estaba dando una lección corporal tan erótica que mi hermana pequeña se ...