UN HALLOWEEN EXTRAÑO - Relatos Eróticos

UN HALLOWEEN EXTRAÑO

Mi nombre es Carlos, vivo en Ciudad de México, tengo 14 años y voy en 2do de secundaria, la verdad es que soy un chico bastante solitario e introvertido, siempre trato de usa ropa oscura y holgada y me la paso todo el tiempo con mis audífonos puesto viendo videos de anime, lucha libre o videojuegos, todas estas cosas juntas provocaron que, desde el primer día que llegue al salón me vieran como el bicho raro sin siquiera intentar conocerme y entendí que oba a ser difícil hacer amigos cuando vi que todos ya se conocían de años.

Conforme fue pasando el año mi única convivencia con ellos era solo cuando teníamos algún proyecto en equipo (porque, obvio, la profesora los obligaba a tenerme en su equipo y aunque usualmente las cosas que yo hago son las que se llevan los aplausos, eso no ha cambiado la percepción que tienen de mi), así que cuando me enteré de que, por Halloween uno de ellos haría una fiesta en su casa y, claramente, habría alcohol incluido. Todos se juntaron en un circulo alrededor del organizador y comenzaron a hacer su plan, yo me acerqué discretamente y comencé a escuchar algunos de los detalles y hubo dos que llamaron mi atención “habrá gente de otras escuelas”, “inviten a quien quieran, pero díganles que lleven algo”, cosas de ese tipo y, obvio, como el organizador me había tenido que meter en su equipo para un proyecto de Química, sabía dónde vivía.

Yo no tenía pensado hacer nada con lo que había escuchado, pero me sentía intrigado por ver como sería la ...

... fiesta, así cuando tocó la campana del recreo y abandone el salón lo hice pensando en que talvez debería tratar de, pro primera vez, tratar de platicar con mis compañeros sobre algo que no fuera de la escuela, pero todo cambio cuando se me acercaron Rolando, Javier y Ricardo

Ri- ¿Qué pedo, pinche freak?- dijo Ricardo, el tenía 15 años cumplidos en agosto, medía casi 1.75, era de piel apiñonada y con el cuerpo marcado, el más popular del salón ya que era quien más tiempo llevaba en la escuela y conocía a todos, era como el líder de la manada y, además, era el único que me molestaba durante las clases cuando, si bien todos me tenían cierto “asco”, el 99% del salón se limitaban a solo ignorar mi presencia de manera educada, así que el era mi único problema.

Ro- Wey, ya dejalo, neta no entiendo tu afán de estarlo jodiendo- le dijo Rolando, el medía poco menos de 1.70 y tenía también 14 años, era uno de los mejores amigos de Ricardo por lo que el era quien le apretaba la correa cuando hacía algo malo, por ejemplo, joderme de más

Ri- Ay, ya, Rola, ni se defiende este, no ha de tener ni alma el wey- dijo riéndose, la verdad es que usualmente no le daba importancia a sus comentarios pero esta vez hubo algo que no me permitió dejarlo continuar con sus actitudes

C- ¿Tienes algo que decirme o vas a seguir solo molestándome?- le dije mirándolo a los ojos, todos me miraron sorprendidos -no quiero ser grosero, pero creo que si solo vas a molestarme es un desperdicio del tiempo ...