La madrastra tenía una gran sopresa - Relatos Eróticos

La madrastra tenía una gran sopresa

Hola, mi nombre es Pablo y tengo 23 años.

Soy un chico muy normal, que ha tenido un par de novias formales, pero poco más.

Tengo un mejor amigo, Jaime, en el q paso la mayoría de los días del verano en su casa, básicamente porque tiene piscina.

Y allí está ella, María la madrastra de Jaime, q deciros, que mujer más espectacular. La conozco por lo menos de hace 10 años cuando se casó con el padre de Jaime, y no pasaba un solo día en el que no me fijará en ese bellezón.

Maria es colombiana, morena y alta, pelo largo, tetas enormes, con unas piernas interminables y una voz tan dulce q te hace derretir.

Siempre que me veía se alegraba y me tocaba la cabeza con cariño. Cuando era más pequeño, eso no me gustaba, pero cuando iba siendo mayor he de decir me excitaba bastante.

Y llegamos al día, era un día de verano normal y estábamos los dos dentro de la piscina, cuando apareció en escena ese pibon. No me pude contener y me empecé a empalmar hasta tal punto que apretaba el bañador. Ella se tumbó y pude ver rse pedazo cuerpo en su maxima expresión. Jaime salió un segundo adentro de la casa cuando Maria me llamó. Que momento más inesperado.

María: Pablo puedes venir un momento por favor.

Pablo: Espera un momento q estoy nadando.

María: Tiene que ser ya.

No sabía que hacer así que intenté acomodarla y salí.

Intentaba disimular, pero María me vio y solo rió.

Maria: Pablito puedes echarme aceite por el cuerpo por favor?

Pablo: pero eso no te lo ...

... puede hacer Jaime?

María: Jaime no está, ayudame por favor

No sabía q hacer, estaba más duro que un poste, pero la hice caso y empecé a echar aceite por ese cuerpo moreno. Cuanto más tocaba más me excitaba, cuando de repente María se quitó la parte de arriba del bikini. Vaya 2 pedazo de tetas, eran enormes, perfectamente redondas, operadas eso si pero daba igual.

María: echame aceite en mis tetas por favor.

Empecé a amasar ese par de tetas como si fuese masa para pan, estuve así 5 minutos hasta que caí en Jaime.

Pablo: Jaime estará al llegar debería volver a la piscina.

María: tranquilo bebe lo he mandado a hacer recados, estaremos solos.

Aquella frase me hizo volverme loco y no se me ocurrió otra cosa que besarla, y ella accedió. Nos empezamos a besar y ella me metía la lengua hasta la campanilla, vaya experta, mientras la besaba no paraba de tocar esas tetas, y sólo podía escuchar como gemia de placer.

Maria: aaaa no pares bebe, vamos a mi cuarto.

Eso era una clara señal de que quería follar, pero no estaba preparado para follarme a la madrastra de mi mejor amigo.

Subimos a su habitación y nos tiramos a la cama y nos seguimos besando. Luego empecé a besar sus tetas y posteriormente mi mano fue a su entrepierna. Toqué y noté un bulto, pero no un bulto pequeño no, era un bultazo. Me quedé pálido y quieto.

María: que pasa amor, has notado algo que no esperabas?

Pablo: eee tienes polla

Maria: si, no sabía como decírtelo, me daba vergüenza, si ...