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Un beso 💙
Fecha: 16/12/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Olivia, Fuente: TodoRelatos
Mi compañera me comentó si me había dado cuenta de cómo me miraba aquel tipo cada vez que venía a la oficina. "Te devora con la mirada", me dijo. Es entrar él, y ya se nota que no puede apartar los ojos de ti. Le respondí: "Exagerada". -¿Ah, sí? Entonces, ¿por qué el otro día se acercó y me preguntó por ti, diciendo que llevaba días sin verte? La intriga me pudo. ¿En serio preguntó por mí? A partir de ese momento, empecé a fijarme. Su mirada tenía algo que me impresionaba; cada vez que nuestros ojos se cruzaban, me sentía nerviosa, como si él desatara en mí una mezcla de emociones que no podía controlar. Ese sentimiento fue aún más evidente aquel día que marcó un antes y un después. Estaba en el baño, lavándome las manos tranquilamente, cuando él entró. Su presencia me dejó paralizada; lo miré a través del espejo, incapaz de apartar la vista. El único sonido era el del agua corriendo y mi respiración entrecortada. -Perdona, dijo con voz calma, el baño de chicos estaba ocupado y pedí permiso para usar este. -No pasa nada, conseguí responderle con voz temblorosa. Ya estaba terminando. -No te vayas, dijo, acercándose lenta pero decididamente. Antes de reaccionar, tomó mi barbilla con suavidad, levantó mi rostro para que lo mirara directamente a los ojos y, con un susurro casi imperceptible, dijo: Me muero por besarte. Desarmada ...
... ante su intensidad, respondí: Hazlo. Sin titubear, me sentó sobre el lavabo, cerró la puerta con el pestillo y se posicionó entre mis piernas. Me rodeó con sus brazos y, sin más preámbulos, me besó. Fue un beso distinto a cualquier otro, lleno de pasión y deseo contenido. Sus dedos se enredaron en mi cabello mientras la otra mano descendía lentamente por mi espalda. Sus movimientos eran firmes pero llenos de intención, atrayéndome con fuerza hacia él. Decidí explorar también; bajé mi mano tímidamente para acariciarlo mientras sus besos, que al principio eran avasalladores, comenzaron a volverse más suaves y dulces. Con destreza, una de sus manos recorrió mis piernas hasta llegar al borde de mi ropa interior. Cuando sintió el calor húmedo que lo esperaba allí, un gemido escapó de sus labios que conectaron nuevamente con los míos en una vorágine de sentidos. De repente, tres golpes secos en la puerta nos devolvieron al mundo real: "Toc, toc, toc". Alguien nos estaba interrumpiendo. Con rapidez pero delicadeza, me ayudó a bajar del lavabo y antes de irse me robó un último beso corto pero cargado de promesas. Olivia, dijo mientras se alejaba hacia la puerta, quiero volver a verte. Y desapareció, dejándome en aquel baño con el corazón latiendo a mil por hora y una sensación nueva recorriendo todo mi cuerpo; conocía mi nombre. Olivia 💙
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