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El maestro de canto II
Fecha: 22/12/2025, Categorías: Confesiones Autor: Montdac, Fuente: TodoRelatos
Llegué 40 minutos antes para la clase, en el salón solo estaba el piano y empecé a tocar un poco, o más bien lo poco que sabía. Enseguida sentí unos brazos rodearme y besos en mi cuello —Que bien hueles preciosa Dice en mi oído para morder el lóbulo, yo suelto un jadeo, sus manos suben a mis pechos y los aprieta. Tengo que admitir que en las clases vengo ya lista porque en una de esas podemos coger rico. Está vez traje una falda, y una blusa semi transparente con un top abajo. Sus manos bajan y se cuelan por debajo de la blusa y el top, comienza a masajear mientras sigue besando mi cuello. —Maestro Gimo y aprieta fuerte, su erección la siento en mi espalda —Tenemos tiempo, vamos Dice jalandome, salimos y caminamos más al fondo de la escuela hasta llegar a los baños de los maestros. Cómo hoy es sábado, nadie usa estos baños. Entramos, cierra la puerta. Yo siento la excitación en mi vagina, pero está vez me toca consentir al maestro Braulio. Me pongo de rodillas, comienzo a desabrochar su pantalón, lo bajo junto con su boxer. Su pene sale de golpe en mi cara. Él me mira a los ojos, toma su pene y comienza a darme golpes en la cara con ello —Cometela Dice para meterla a mi boca, toma mi cabeza y me la mete al fondo. Me atraganto, y eso parece gustarle. Se queda ahí unos segundos, y empieza a embestirme la boca. —Diana Dime mi nombre, escucharlo así hace que me moje más, no puedo evitarlo, con una mano estoy sosteniendo su polla y con la otra ...
... no puedo evitar en tocarme. Él tiene su rostro hacia atrás con los ojos cerrados, siento que su pene se tensa —Tragate todo mi amor Me dice, siento lo caliente explotar en mi boca y caer en mi garganta, mi mano ya había acelerado para tocarme y él lo nota —No preciosa, eso no lo voy a permitir, para eso estoy yo, para darte placer Al decir esto, de momento logra levantarme para besarme, me pone en el lavabo, yo me recuesto. Sigue erecto, comienza a besar mi cuello, mis pechos, mi abdomen, mis piernas, va succionando, me medio levanta y me quita la falda con mi ropa interior, y sigue besando hasta que llega en mi vagina, yo lo tomo del cabello y comienzo a mover mis caderas, cuando creo que yo voy a llevar el ritmo, es mentira. Su lengua, sus labios van chupando, succionando, mordisqueando, lamiendo, y algo que a muchas les ha de volver locas es que tiene una lengua muy larga, que sientes como entra un poco más en ti, y él lo sabe porque no tarda en meterme la lengua mientras sus dedos masajean mi clitoris. Mis gemidos son audibles pero trato de retenerlos. —Braulio, Mierda! Sigue por favor, no pares —Eres mía Diana, mía. He notado que él es un poco posesivo, cuando estamos ajenos a la intimidad siento que me sofoca Pero cuando estamos en la intimidad, créeme que no hay nada mejor que ser suya. Siento mi vagina contraerse y me vengo, él absorbe todo de mí, y chupa en específico mi clítoris, mis gemidos aumentan, estoy muy sensible, y él continúa con su ...