Partida de parchís - Relatos Eróticos

Partida de parchís

Llevaba varias noches sin poder dormir por el calor que hacía. Así que me desvelaba y me iba al sofá a jugar al parchís online. En una de esas noches me encontré con un contrincante bastante chulo y prepotente. Él tenía el nivel treinta y yo aun el diez. Le pregunté como había conseguido llegar a ese nivel.

-Si me comes el rabo te lo digo – me escribió.

No me sorprendió mucho, porque hay mucho tipo de este jugando. Pero esta vez decidí probar a ver si picaba.

-Mejor, si te gano la partida, te como el rabo – le escribí.

Él se rio y me dijo que seguro que se acabaría haciendo una paja. Jugamos y gané. No pensé que su propuesta fuera en serio, pero resultó ser gay y encima activo dominante. Me invitó a ir el fin de semana a su casa. Estaba como a 200km de mi cuidad. Oscar compartía piso con otro chico. Tenía 28 años, se dedicaba a la hostelería y no tenía pareja. Tenía el pelo negro y un poco largo. Barba y el cuerpo bastante peludo. Más alto y fuerte que yo. Nada más entrar por la puerta me besó con ganas, metiendo su lengua con ganas mientras me agarraba el culo con fuerza.

-Estás bueno – me dijo.

-Tú estás más que bueno, cabrón – le dijo yo mientras metía mano a su paquete. No llevaba calzoncillos y eso me puso muy cerdo.

Nos besamos mucho rato mientras nos metíamos mano. En el momento que le agarré la polla me paró en seco. Me dijo que quería jugar una partida al parchís, de una forma diferente. Cada número que sacáramos elegiríamos qué le debía ...

... hacer el otro. Excepto el cinco que era follar y el seis volver a tirar. Empezó sacando él.

-Un dos – me dijo – mamada.

Se sacó la polla del pantalón, aun morcillona me la metí entera en la boca. Sabía a sudado y meado.

-Me gusta como sabe – le dije.

-Aun no me he duchado – me dijo.

-Pues ya te lavo yo!!

Le hice una buena limpieza de sable con mi lengua, consiguiendo que se le pusiera como una estaca.

-Para para joder!! – y me tiró del pelo fuerte haciendo que mi boca se alejara de su polla - que vas a hacer que me corra!!

Tiré yo el dado y me salió un cuatro.

-Cómeme las tetas – le dije y me quité la camiseta.

Él empezó a lamer mis pezones lentamente, para después pasar a chuparlos con ganas.

-Muerde!! Que eso me pone muy cerda – le dije.

El tío me agarró con fuerza y empezó a morder un pezón y luego el otro, hasta ponérmelos mas duros que su polla.

-Uff…como me gusta tenerlos duros. Ahora puedes hacer conmigo lo que quieras – le dije.

Oscar cogió el cubilete y me lo metió en la boca. Hizo que lo chupara bien.

-Métetelo por el culo.

Yo me puse a cuatro patas y me bajé el pantalón, mostrándoles mi tanga de hilo negro.

-Menuda zorra ¡! Creo que lo voy a tener difícil contigo – y me dio una buena hostia en el culo.

Yo cogí el cubilete amarillo bien mojado y retiré el hilo del tanga, mostrando a Oscar mi agujerito. Empecé a introducirlo por mi recto. Poco a poco mi ano se fue abriendo para dar paso al cubilete, hasta entrar ...