1. LAS MUJERES DE PAPA 6


    Fecha: 17/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    ... por la falta de aire. Beatriz pareció no escucharme, estaba acabando. Su vagina se amplió, se puso reseca, pude sentir como su interior parecía como si soplara aire hacía afuera, sus uñas en mis hombros era señal inequívoca que era el mejor orgasmo que tenía conmigo. Échame la leche adentro, acaba adentro. Échame la leche abajito – dijo mientras se sacaba la verga y se la ponía abajo. Su movimiento había sido espontáneo, rápidos. Aunque al principio no me quedo claro, ya entre sus piernas Beatriz dejó claro que quería por el culo, ella misma había tomado mi verga con su mano derecha y se la había puesto en la entrada, movió sus caderas un poco hacia adelante y entendí que debía empujar. De un solo ahí tenía la cabeza adentro, aquel hueco era tan apretado que tuve que detenerme porque sentí que podía lastimarme la polla. Métela, Métemela toda – Me pidió. Ábreme el culo, quiero que me eches la leche adentro. Se le deje ir, lento pero de una vez. Ella seguía abajo pero había levantado sus piernas tan alto que estaba en posición de gallina asada, yo había quedado como si estuviera haciendo flexiones de pecho. Con mis brazos practicante le ayudaba a que mantuviera aquella pose y bajaba, una y otra vez perforando aquel culo que también era una cueva caliente, sonreí. Así como estaba de seguro mi verga le llegaba hasta el estómago, pero mi hermana la gozaba, gemía y por momentos parecía que iba a llorar. Dame duro, dame duro - decía entre lamentos. Aquello no podía ser más ...
    ... erótico, definitivamente está era una forma distinta de sexo al que habíamos tenido todos estos años atrás. Me gustaba hacerla gemir, me gustaba que pujara, que casi llorara de placer. Beatriz lo disfrutaba, talvez incluso hubiera deseado que yo tuviera otra polla. Porque la que tenía adentro no podía machacarle el clítoris, por eso ella misma se empezó a dedear, mi verga entrándole por el culo y ella tocándose. Ni aún el que Lily hubiera encendido la luz la detuvo, yo tampoco me detuve. Era tanta la excitación que mi verga quería descargarse, que importaba que nos vieran. Culeamos hasta sentir electricidad por todo nuestro cuerpo, era mi quinto polvo en 24 horas pero me salió leche como si fuera la primera vez. La acabada fue bestial. Adentro, muy adentro del culo de Beatriz. Mi hermano y Lily desnudos en su cama, nos miraban. El estaba con la verga parada otra vez, su mano muy cerca del chocho de quien seguro cogería de nuevo. Lily, esa morena de ébano sonreía. Sonreía, pero su sonrisa era de picardía, como si ver a su hermana con una vergota en el culo le pareciera divertido. Ninguno decía nada. Beatriz y yo de espaldas al techo resoplando, cansados. Mi hermano arrimándole otra vez la verga a Lily. Fue entonces que escuchamos crujir las viejas bisagras de la puerta que daba al patio. Alguien había deslizado el clavo que servía de pasador y ahora entraba al cuarto improvisado de tablas y platicos que en realidad era el corredor de aquellos apartamentos de vecindad. - Beatriz, ...
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