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Cuando estás triste
Fecha: 17/02/2019, Categorías: Hetero Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos
Hoy estás triste, lo noto en tu mirada, en cada uno de tus gestos. Solo cuando estás tristes te quedas de pie tanto tiempo junto a la ventana, tu rostro se apoya en el cristal y tus ojos se pierden en la lejanía buscando un objetivo cualquiera en el que fijarse. Ya sabes lo que me pasa cuando estás triste. Esos ojos negros me llaman a perderme en la profundidad de tu mirada, hechizándome de tal manera que no me importaría ahogarme en su laguna y hundirme en tu abismo para yacer allí eternamente. Déjame acercarme a ti, déjame abrazarte desde atrás y apartar tu cabello para poder besar el delicado cuello que esconde. Déjame acariciar la suavidad de tu piel con las yemas de mis dedos y sentir como esta se eriza al recibir mis caricias, déjame seguir haciéndolo hasta conseguir que tu rostro se separe del frio vidrio para girarse hacia atrás y que puedas sentir la calidez de mi boca sobre tus labios. Ven, gírate y mírame con esa carita triste. ¿No quieres? Déjame sujetar tu barbilla entre mis dedos pulgar e índice para levantar tu rostro. ¿Lo ves? Así está mucho mejor. Beso tus labios suavemente y tus ojos se cierran. Nuestras bocas se separan a cámara lenta y abrazándome apoyas tu cabeza sobre mi pecho. -Llévame a la cama por favor- Me dices mientras beso tu pelo. Te tomo en brazos y cumplo tu orden de inmediato. Quizás no esté tan fuerte como antes, pero tú en cambio sigues resultando igual de liviana. Tan delicadamente como me es posible te dejo junto a los ...
... pies de la cama y tú sentándote en su filo te quitas la camiseta liberando tus bonitos pechos. -Hazme olvidar por favor- Me dices mientras te echas hacia atrás a la vez extiendes tus manos invitándome a ir contigo. Te sigo gustoso y vuelvo a besarte, muerdo tu labio inferior suavemente y pronto tu boca se abre para fundirnos en un apasionado beso en el que nuestras lenguas se saborean mutuamente. Abandono tu boca y recorro tu cuello provocando que tu piel se erice mientras cierras los ojos concentrándote en mis caricias. Pronto llego hasta tus pechos y mientras los acaricio con las manos mi boca se abre para lamer primero tus pezones y luego rodearlos con mis labios, chupándolos y estirándolos suavemente para sentir como crecen y se endurecen con mi lengua. Sigo mi camino de besos por tu abdomen y recorro tu vientre, que sube y baja con tu respiración, hasta que al llegar a tu cintura mis manos agarran el pantaloncito de tu pijama y estirando de él consigo dejarte completamente desnuda. Me miras con ojos suplicantes y yo a ti con deseo. Me arrodillo a los pies de la cama y separando tus muslos contemplo tu sexo desnudo adornado únicamente por un minúsculo triangulo de vello púbico. Beso el interior de tus muslos y los recorro camino de tus ingles que acaricio de forma cosquillosa. El aroma de tu sexo despierta mi apetito y mi boca se posa sobre tus labios mayores propinándoles un sonoro beso. Al sentir el contacto de mi boca intentas cerrar tus muslos en ...