De secundaria
Fecha: 20/02/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: isra.pleasure, Fuente: SexoSinTabues
... su lengua y sus dulces labios. Enseguida me monté en una posición que ahora sé, es un “69”, poniendo así mi dulce trasero entre su cara, su lengua, su boca y sus filosos dientes que torturaban mi orificio. Yo comencé a chupársela de una manera frenética y profunda hasta sentirla en mi paladar para degustar su esencia masculina. Él por otro lado parecía que quería extraer algo de mi trasero, su lengua jugaba y se sumergía en mi orificio, la metía hasta que su lengua no podía estirarse más y solía girarla en círculos cuando estaba hasta dentro, provocando en mí que gimiera de placer. Entonces me dijo:” Ahora sí estás preparado Héctor” y yo al escucharlo me monté en él, vaya que apenas y su miembro logró entrar en mi estrecho trasero. Me abrazaba con fuerza, jadeaba al momento que yo contoneaba mis nalgas sobre su falo tieso, y sentía cómo se agrandaba en mi interior cuando con mis piernas lo atraía hacia mí. Cada una de las venas de su pene me proporcionaba un placer rico, distinto y delicioso. — ¿Te gusta cómo te cojo Héctor?— —Sí tío. ¡Me encanta! – — ¿Qué tal si te pones de perrito para que pueda lamerte todo?— —Está bien—. Contesté. Así que acto seguido hice lo que me ordenó, claro, no quería que mi tío se molestara y en cuanto me puse en aquella posición sentí su lengua y primero uno de sus dedos juguetear con mi ano, después 2 dedos martillaban dentro de mí y a continuación 3 dedos y su lengua proclamaban más, entonces logró meter 4 dedos. Fue un placer inolvidable, ...
... imagínate estimado lector, yo en la posición de perrito, con pantalón de secundaria debajo de las nalgas, una lengua traviesa húmeda y firme para recibir mis glúteos y 4 dedos dentro de mí. El ritmo se aceleraba, su boca, sus ganas y el placer no se conformaban con eso, él quería más. Quería ver a su sobrino doblegar, gemir y gritar de nuevo por su enorme falo. Así que comenzó a meterla muy suave y adhería sus manos a mis nalgas, frotándolas y azotándolas dulcemente mientras yo gemía de placer al observar a mi tío con su hombría dentro de mi ser. Por un buen rato estuvimos así: cogiendo, lamiendo, respirando el olor a sexo, a sudor y a endorfinas que embriagaban mi are de placer. No fue hasta que el vaso de su placer se colmó y derramó su dulce miel sobre mis nalgas, esparciéndolo y dándome una pequeña palmada para atribuir su final. Él se volteó, se recostó y me dijo: — ¿Te gustó hijo?— —Claro que me gustó tío, devorar tu hombría en mi ser me ha encantado pero mi uniforme se ha manchado y arrugado debido al momento— —No te preocupes porque irás a la escuela hasta el lunes, hoy es viernes así que ahora recuéstate aquí a mi lado— Y acto seguido me tumbé sobre el pecho de mi tío mientras yo aspiraba un delicioso cigarro y él comenzaba a besar mis nudillos. Mi piel ardía querido corazón, mi mente estaba descansando con imágenes de color rojo, manos que me tocaban, me azotaban y cuerpos fundidos alrededor mío. De pronto escuché la voz del hombre con el que había hecho el amor y me ...