1. Camping gay con mis dos hijos


    Fecha: 21/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... pene, el cual tenía la cabeza bien para afuera, tenía un tamaño promedio (y no estaba en erección). -¡Excelente hijo! -¡Ésto es rarísimo papá!- gritó él- No me imaginé este viaje así. Jonatan acababa de salir de la casa, ya desnudo pero cubriendo su pene con su mano, presa del pudor no se entregaba a disfrutar de la situación. Cuando llegó junto a nosotros, con los colores en el rostro y su mano cubriéndose dijo: -Cada vez me sorprenden más tus locuras, papá. -Quita esa mano de ahí, hombre-Le dije como respuesta-. ¿No ves que es requisito para gozar del Dios de la lluvia? Él, con muecas en el rostro la quitó. -¡Qué está lampiño!-Gritó riendo Sebastián -Cállate inútil- le respondió Jonatan pegándole en el estómago. Al ver que estaba rasurado no le dije nada, pues era parte de las decisiones personales que él tomaba. Comencé a gritar y a bailar en la lluvia y mis hijos rápido se unieron a mí, disfrutando de los tres en familia. La situación llevó una cosa a la otra y éstas nos dirigieron a algo que iba más allá de nosotros. Sebastián comenzó a tocarle el pene a su hermano, masturbándolo, y éste disfrutando de los roces de su hermanito observaba lascivamente. Lo único que yo hice fue quedarme ahí de pié, viéndolos. Pronto obtuve una erección descomunal y me dirigí a ellos dos capturado por la excitación. Ninguno decía nada, sólo estábamos callados disfrutando los tres a la vez. Pronto los besos, lamidas y miradas estaban en el ambiente de forma común. Los roces, toqueteos y ...
    ... caricias corrían por el cuerpo de los tres. Sebastián bajó hasta agacharse y quedar frente a ambos penes (el de Jonatan y el mío), comenzó a lamer el mío y con su mano libre masturbaba a su hermano. Su lengua recorría experta mente en mi miembro, dándome placer y provocando unos gemidos por mí parte, los cuales excitaban más a mis dos hijos. De a ratos cambiaba, le masturbaba a mí y lamía a su hermano, el cual con una mano me tocaba el culo y con la otra la cabeza de su hermanito para marcar el ritmo. Cambiábamos de posición, ahora Jonatan chupando y Sebastián disfrutando. Entonces decidí besarlos de forma apasionada y románticamente, juntando lenguas y combinado sensaciones. Jonatan cargó por detrás a Sebastián y yo fui directamente al pene del menor. Sería el primer pene que chuparía en mi vida y me dediqué a que sea algo especial. Me pareció algo estupendo, sumamente excitante. El sabor de la carne, la sensación del vello púbico, el olor, estar todos mojados por la lluvia. ¡Estaba siendo el día perfecto! Iba por fin a penetrar a alguno, y Jonatan se puso a darle al culo de su hermanito, así que yo le di al suyo. Hicimos un tren sexual, en el que todos dábamos o recibíamos placer. Nuestras envestidas eran feroces, provocando gemidos de placer, los cuales hacían perfecta sintonía con el sonido de la lluvia. Por último conseguimos hacer una masturbación prostática al menor, como abusando de su cuerpo. El cual llego al orgasmo más monstruoso que hubiera visto. Jonatan y yo nos ...