1. Una relación con mi tía (1)


    Fecha: 22/02/2019, Categorías: Incesto Autor: blackbird, Fuente: SexoSinTabues

    Saludos, mi nombre es Erick y soy de Lima - Perú. Les compartiré mi historia de cómo inicié una aventura sexual con mi tía. Tengo 21 años, soy alto, delgado, de piel blanca y cabello negro algo ondulado. Soy de esas personas que tiene una vida tranquila, estudio y trabajo, y cuando puedo salgo con amistades a una que otra reunión; una vida normal. Por cosas del pasado, que por cierto tardaría muchísimo en explicar y me aburriría y les aburriría a ustedes si me tomara la molestia de contarles, vivo con mi tía y mi abuela. El nombre de mi tía es Vanesa y tiene 34 años y es la hermana menor de mi mamá. Es alta, blanca, de cabello negro y de cuerpo delgado pero con curvas, ya que se ejercita cuando puede. Es bonita de rostro con una nariz preciosa que hace aumentar su belleza y tanto su culo como sus senos son de tamaño mediano. Desde que tengo memoria, Vanesa, siempre fue la típica mujer que vive la vida, le gusta divertirse, comprar cosas y viajar. Mientras crecía pude intuir que ella gozaba de su vida sexual, no tenía pruebas de ello pero de algún modo lo sabía. Era de esos momentos en donde uno puede enterarse de ciertas conductas y costumbres de alguien con solo mirarla, o por “juicio visual” como me gusta llamarlo. Pero a pesar de todo ella es una profesional con un buen trabajo y un buen sueldo, habla dos idiomas, aparte del español, y está cargada de energía juvenil y de buen humor. Creo que la etiqueta de “mujer del siglo 21” le caería perfecta. Desde que empecé a vivir ...
    ... con ellas pude notar que mi tía estaba soltera, los regresos muy tardes a casa y las resacas en las mañanas eran prueba de ello. No sucedía mucho pero había ocasiones en que no regresaba a casa para dormir. Mi abuela y yo sabíamos que de seguro pasó la noche con alguien aunque no tocábamos el tema. A pesar de esas cosas ella no descuida su trabajo, es de esas personas que mágicamente tienen tiempo para todo, tiempo para trabajar, bailar, leer, ejercitarse, hasta para descansar bien y sinceramente hasta ahora no sé cómo lo hace. Es buena persona y buena hija y nadie duda de ello. Un lunes mi abuela, por temas familiares, tuvo que hacer un viaje a Trujillo, al norte del país. Cuando se lo contó a Vanesa, esta se sorprendió mucho ya que su cumpleaños era un jueves de esa misma semana (cumplía 34). Le preguntó a mi abuela si ella iba a poder regresar a tiempo para su cumpleaños, a lo que mi abuela respondió que sí. El martes en la noche recibimos la llamada de la abuela dándonos la noticia que algunas cosas se complicaron allá y que lamentablemente tendría que quedarse más tiempo. Vanesa preguntó hasta cuándo y la abuela respondió que posiblemente hasta el sábado. A mi tía no le gustó la noticia porque había pensado pasar su cumpleaños con nosotros y para el día sábado festejarlo con sus amistades, ya que su cumpleaños cae en día laboral, pero le no quedó de otra que aceptarla. Cuando llegó el día jueves le dije a mi tía para ir a comer algo por su día cuando yo salga de trabajar ...
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