Los 40 años de mi esposa
Fecha: 22/02/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: pepin1970, Fuente: RelatosEróticos
... la verga cubana, los cuatro estrujábamos sus senos y nalgas y ella lo disfrutaba en estado de confusión, pero no conformes con esto, trataban de abrir sus nalgas como para meterse en su interior haciéndose paso de cualquier manera y a cualquier costo; ahora el turno era del resto, los dedos y penes se metían alternadamente en su cosita, primero el moreno, luego el rubio y el trigueño, primero un dedo, luego dos dedos, luego 2 dedos negros y uno blanco. Yo podía ver hasta tres manos distintas en cada seno, las tres bocas en sus pezones que los estiraban, dos ó tres cabezas en su pecho dándose el banquete de las mejores tetitas que he conocido, mordían sus muslos, se peleaban entre ellos para meter nuevamente la lengua en su vagina a fin de conseguir llegar a su clítoris, era una guerra de deseos y besos, agarres en momentos hasta con 8 manos en su cuerpo, tetas y cosita, la festejamos, la ultrajamos.
Luego de casi 2 horas de desenfreno, descargas de semen, cambios de condones, mamadas gemidos de todos, llegó el ansiado final feliz para mí, llegó mi momento, yo seguía en mi posición atrás de la butaca, acomodado a su costado derecho , había terminado algunas veces durante el show y fue cuando los 3 invitados tomaron de las muñecas y de los tobillos a mi mujer, arrastraron como pluma su cuerpo sudoroso y la colocaron boca abajo, abrieron sus piernas y ella casi no tenía voluntad, nos estábamos aprovechando, regaron el licor de almendras en su espalda y este líquido lubricaba ...
... la raja entre sus nalgas que parecía una manzana perfecta muy bien formada y apetitosa, con esto mojaba su ano, lo preparaba para mí, para penetrarlo y dejar establecido que soy y seré su dueño, que lo de hoy fue un regalito de tirar con mi permiso pero que era mía, mi propiedad, mi puta, puse mi glande en su colita, me agarré de sus nalgas, la mojaba con el licor y saliva, este parecía un anestésico para ella que mezclado con el éxtasis de la situación favorecía el ingreso de mi miembro ella indefensa y deseosa nunca había sentido tanto descontrol y la penetré, se paralizó y gritó en una mezcla de dolor y placer, la atravesé y sentí como ambos temblábamos y en shock mordía la butaca de cuero, trataba de arañar las piernas, pechos y espaldas de nuestros colaboradores, ellos aprovechaban y la manoseaban, yo repetía la metida y sacada, ambos gemíamos de éxtasis, dolor y pasión, y ella me decía en varias ocasiones – lo que siempre soñé…..lo que siempre soñé….yo le mordía la espalda, todos cogíamos sus senos, le metíamos los dedos en la vulva, ambos nos movíamos juntos rítmicos y jadeantes, por varios minutos fuimos uno solo una vez más pero esta vez estaba ella empalada, su colita fue vencida y desvirgada, ella maldecía por la excitación y el dolor, nos abrazamos los dos los asistentes a este evento reían, disfrutaban y se despedían.
Al final fueron únicamente los ligueros que sujetaban las medias de seda y malla lo que quedaban en su cuerpo sudoroso, perversamente manoseado ...