1. LAS MUJERES DE PAPA 5


    Fecha: 27/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    ... tampoco debía estar ahí, porque ella apenas había llegado hoy a medio a día cuando casi me descubre follando con Lily. Una vez más mi mente buscaba respuestas ¿Serán mis hermanos? ¿Estará Isabel mi pequeña hermana de 10 ahí adentro? Quien podía darme la respuesta era Rosa, pero por la forma como se movía, por cómo se estregaba el chocho, era obvio que por ahora yo me quedaría con la duda. Mi hermanastra daba signos de haber perdido la noción de donde estaba, nos tenía a sus espaldas pero quizá era tanto su placer al masturbarse que nosotros éramos meros fantasmas para ella. Incluso ahora se había subido más la falda, sus piernas se habían abierto un poco más para dar paso a su mano que sutilmente se había deslizado por un lado de su tanga. Con su mano izquierda se tocaba ambos pechos, respiraba agitada, gemía. El placer la delataba, aquella hembra necesitaba polla, pero tenía que conformarse con dedo. Lily continuaba junto a mi, quizá a ella no le causara tanto impacto el ver a Rosa masturbándose, su mano apretaba la mía como si con ello quisiera preguntarme que pasaba más allá de lo que veíamos. En su mirada había más curiosidad que morbo o excitación, yo por el contrario había pasado de sorpresa a deseo. Mi verga se había puesto dura viendo a mi hermanastra desear una buena polla, sus tetas bailoteaban fuera de su escote, se las había sacado casi por completo y ahora se movían al ritmo de su cuerpo dándose dedo. Adentro los gemidos se habían convertido en chillidos, el ...
    ... sonido de dos cuerpos chocar era tan claro que quien pudiera oír no podía dudar de que era el de alguien teniendo sexo, incluso pudimos reconocer la voz de papá preguntando si la quería toda. ¿Te gusta putita? ¿Te gusta la verga de papá? ¿Te gusta comértela toda? – le habíamos escuchado decir. Rosa quizá había hecho suyas aquellas palabras, se movía de tal manera que dejaba adivinar que estaba al borde del orgasmo, en un movimiento rápido se había quitado su tanga y sosteniéndola en su mano izquierda ahora se daba dedo con mayor libertad, al parecer se había centrado en su clítoris, el movimiento era como el de una mano temblando, una mano que quiere darle electricidad a un punto específico. Sus gemidos ahora eran intensos, prolongados, talvez hasta hubiera cerrado los ojos, quizá hasta le importará un comino el que pudieran escucharla aquellos a quienes espiaba. Talvez hasta esa fuera su intención, porque aquella hembra a quien papá cogía estaba viviendo el éxtasis sexual de su vida. Gemidos tras gemidos, sollozos y hasta lloriqueos, mi padre no paraba de decirle que le gustaba meterle la verga, que era un putita deliciosa, eres mi puta favorita – decía. Creo que ver a Rosa retorcerse me volvió en si, casi pude hacer mío aquel momento, supe que estaba acabando y por instante soñé que mis 17 centímetros eran suyos, que eran los que le estaban dando placer. Yo sabía como su chocho se derramaba en líquidos cuando llegaba al orgasmo, mi pene había sido víctima suyo cuando habíamos ...