1. El Harem: Vacaciones en Las Vegas II


    Fecha: 02/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: lucius7, Fuente: SexoSinTabues

    ... esas redondas nalgas y las estrujaba con lujuria. Ella tomaba su pene con una manita y jugaba con él mientras él acariciaba su plano pecho sintiendo como apenas sus pechitos estaban por nacer. Poco a poco, Sarita fue bajando de la boca de Carlos a su cuello, siguió besando su pecho y siguió bajando hasta que llegó hasta su pene. Los tomo con sus dos manitas y lo llevó hasta su boca para succionar como una profesional. El placer que Carlos sentía era inimaginable, podía sentir el calor de la boca de la niña rodear su pene y como su lengua se paseaba por su glande causándole shocks de placer. Sarita había aprendido rápido, ahora mamaba como una mujer de verdad, lo hacía con delicadeza y con destreza, le daba placer a su macho mientras este le metia ya un dedo en la vagina. Los jugos de Sarita se empezaron a escurrir por su morenas piernas, Carlos no se pudo contener y la coloco en 4 sobre la cama, Sarita hundió su rostro en la almohada levantando mas ese moreno traserito, Carlos solo dirigió su pene hacia la estrecha cavidad vaginal que tenía frente de sí. Sarita sintió el glande del pene de su amante tocar sus labios vaginales y se estremeció de solo sentir, poco a poco, aquel invasor se abrió camino facilitado por la lubricación causada por la excitación de la nena. La punta del pene entró, Carlos volvió a sentir como aquella cuevita apretaba su pene de una manera muy diferente, era un placer que no se puede explicar con palabras. El estar dentro de aquella ninfa solo se ...
    ... podía comparar con la gloria. La mitad ya dentro, y Sarita soltaba suspiros a cada segundo de placer que esto le causaba, por fin, la nena sintió la piel de Carlos en sus nalguitas, señal que todo su miembro estaba dentro. Carlos tomó a la nena de la cintura, y lentamente comenzo sus movimientos entrando y saliendo de la vagina de la nena quien se aferraba a las sabanas resistiendo las embestidas como una verdadera mujer. Con sus pulgares, Carlos separaba las nalgas de Sara para poder apreciar aquel oscuro y virgen orificio que estaba ansioso por estrenar. Mientras sus huevos chocaban con el clítoris de Sarita, la niña gemía y sudaba, sus piernas se tensaron y pudo sentir como su primer orgasmo de la noche llegaba. Carlos tuvo que sostenerla fuerte de la cintura para que no se le escapara pues su vagina se contraia en su interior y estaba el también apunto de estallar. Sara lanzó un gemido que hizo que Carlos explotara con tan solo escucharlo y chorros de semen llenaron una vez más el útero de la nena. Sarita sentía ríos de líquido caliente recorrer sus entrañas mientras los últimos espasmos del orgasmo tomaban control de su cuerpo. Los dos cayeron en la cama, Sarita boca abajo y Carlos sobre ella con su pene aun dentro de la ninfa adorada. Con los segundos, el pene de Carlos abandonó su escondite y chorros de semen emanaron de la vagina de Sara manchando las sábanas. Durmieron por unos minutos para tomar fuerzas y seguir amandose como dos adultos, mientras tanto, en la suite 1, ...