1. Voy a visitar a mi hija a la universidad (Parte 4)


    Fecha: 02/03/2019, Categorías: Microrelatos, Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    Después del encuentro con mi hija en la universidad, donde nos chantajeó su compañera Sonia, y me hizo follármela, habíamos decidido que nos veríamos más a menudo.
    
    Yo ahora mismo era un hombre satisfecho, muy satisfecho debería decir. Además de a mi hija, me tiraba a mi mujer, con lo que todo quedaba en familia y era perfecto. Mi hija no me había preguntado aun si follaba con su madre, aunque debía de pensar que era lógico que así fuera, si había vuelto a vivir con ella.
    
    Ese día decidimos hacer algo peligroso y excitante. Habíamos quedado para follar en el tejado del edificio principal del campus.
    
    Subimos por separado. Eran las 5 de la tarde y mientras los que no estaban haciendo deporte, dormitaban en sus cuartos, mi hija y yo nos encontramos en la terraza.
    
    El edificio principal del campus esta como a unos 2 kilómetros del centro de la ciudad, aislado de todo. El problema era si podían vernos o no desde el resto de la universidad.
    
    Delante nuestro estaba el campo de rugby o futbol, ya que era polivalente. Por detrás, las piscinas olímpicas, donde a esas horas solo había 3 o 4 despistados. En lado izquierdo la entrada al campus y en el derecho, nada absolutamente.
    
    Decidimos pegarnos más a ese lado, para ninguna mirada curiosa pudiera sorprendernos.
    
    Pese a que estábamos a finales de septiembre, aun hacía calor. Yo soy algo blanco de piel y decidí subirme una toalla para taparme un poco. Así además, podríamos escondernos en caso de “peligro”
    
    Me puse ...
    ... encima de mi hija como siempre, ella no me había montado todavía, y lo hicimos así.
    
    Terminamos tumbados encima de la toalla en el tejado. Decidí contarle que estaba haciéndolo con su madre también y que la compartía con ella.
    
    -Tranquilo papi. No pasa nada. Además, primero lo hiciste con ella para poder engendrarme a mí.
    
    Me alegraba que me comprendiera tan bien.
    
    Bajamos y nos despedimos.
    
    Pero algo me rondaba la cabeza. Había probado a su compañera, y me gustaría repetir con ella como os conté. ¿Estaba poniendo los cuernos a mi hija o a mi mujer? Quien sabe, eso no eran cuernos, ¿o sí?
    
    Tenía su número, ya que lo había copiado al bajar al cuarto de mi hija, y decidí llamarla. Ella por supuesto no sabía que era su padre como os dije, sino que pensaba que era su amante.
    
    El teléfono dio varios tonos y no contestaba. Estaba a punto de colgar, cuando contestó.
    
    -¿Quién es?
    
    -Hola, soy Gerardo, ¿me recuerdas?
    
    -Claro Gerardo. Has tardado en llamar.
    
    -Mi hija no sabe nada, pero quiero volver a verte y...
    
    -Dilo. Follar conmigo, ¿no?
    
    Me había pillado.
    
    Ella era muy madura para su edad, y enseguida llevó el ritmo de la conversación a su terreno y quedó conmigo para ese sábado a las 5 de la tarde en el centro comercial.
    
    No me dejó decirle que podrían descubrirnos.
    
    Llegó el sábado y me vestí bien, me perfumé y salí para el centro comercial. Mi mujer estaba de congreso ese fin de semana y mi hija no estaba en casa, estaba con su compañera de cuarto ...
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