1. Mi madre y yo nos aliviamos mutuamente


    Fecha: 05/03/2019, Categorías: Sexo Oral Autor: cadeanvi, Fuente: CuentoRelatos

    ... estoy.
    
    Yo estaba excitadísimo, la acaricie los pezones que se pusieron duros al instante.
    
    Su otra mano busco mi polla debajo de la manta y empezó a menearla al ritmo de la otra.
    
    -Necesito que me folles hijo mío, follameee por favor.
    
    Esas palabras hicieron que decidiera a quitar la manta que estaba escondiendo mi tremenda erección.
    
    -Mira como me has puesto mami, estoy a punto de reventar el pijama.
    
    Mi madre clavó su mirada en mi abultada polla escondida en el pijama, soltándola un momento, mi polla asomo de repente por la bragueta del pijama quedando al descubierto.
    
    -Uffff, hijo miooo, menuda polla asoma por ahí! que grande y dura está.
    
    -Sigue tocando mami, por favor, alíviame está presión.
    
    Mi madre agarró mi durísima polla y suavemente empezó a menearla de nuevo produciéndome un enorme placer que hizo que comenzará a gemir de nuevo.
    
    -¿Te gusta como lo hago? que dura la tienes, como me gusta, hacía muchos años que no sentía el tacto de una polla.
    
    La baje el camisón hasta la cintura dejando sus enormes tetas a la vista.
    
    Era la primera vez que veía las tetas de mi madre, yo gemía de placer. De nuevo mis manos agarraron sus tetas y empecé a acariciar sus grandes pezones provocando tal deseo el uno hacia el otro que nos fundimos en un profundo beso.
    
    Mi boca empezó a lamerle las tetas, apretándolas mordisqueaba sus pezones, succionándolos con tantas ganas que los dos gritáramos de placer.
    
    -Siii, siiii, chupa hijo, chupaaaa las tetas de ...
    ... mami, ahh que gusto.
    
    Le quite la manta que la cubría y le quite las bragas, su camisón se deslizó hasta el suelo dejándola completamente desnuda.
    
    Me puse de pie frente a ella que seguía sentada en el sofá y con la polla enfrente de su cara la acerque a su boca. No tuve que decirla nada, empezó a chuparla frenéticamente, gemía como loca.
    
    Estaba mamándome la polla con tal frenesí que hizo que no aguantará mucho más.
    
    -Me voy a correr mami, me corroo, me corro.
    
    Mi corrida fue explosiva, la metí la polla hasta el fondo de la garganta, el potente chorro de semen la golpeó el paladar inundándola la boca, escapándose entre sus labios mientras ella gomia de excitación.
    
    Viendo a mi madre tan excitada, me decidí a darla el placer tan ansiado por ella.
    
    -Mami, túmbate en el sofá y ábrete de piernas, te voy a comer el coño hasta que te corras en mi boca.
    
    -Siii, por favor, siiii, cómeme el coño, siiii, no aguanto maaas, estoy muy caliente.
    
    Su vello púbico un poco canoso dejaba ver sus húmedos labios vaginales, empapados por los jugos de su vagina.
    
    El olor de su coño hacia que mi polla empezará de nuevo a ponerse dura. Mi lengua saboreaba los chorros que emanaban de su coño a la vez que chupaba su duro clítoris sin parar.
    
    Los espasmos del placer producido hacían que su cuerpo se pusiera rígido, cerrando sus piernas contra mi cara.
    
    De su coño emanó una gran cantidad de jugos que yo tragaba y saboreaba jadeando.
    
    Mi lengua lamio su esfínter también empapado y ...