1. ¿Confusión?


    Fecha: 17/08/2017, Categorías: Hetero Autor: Vladimir escrit, Fuente: CuentoRelatos

    ... quieto, para que su agujero se dilatara más.
    
    Después le di sus merecidas clavadas de ano, como a los dos nos gusta.
    
    Luego de un tiempo, empecé a pensar en que tal vez sería otra persona con la que estaba cogiendo.
    
    Eso me éxito a tal manera que arremetí con fuerza ese culo, pensando que fuese una cuñada, prima o tía.
    
    Zaz! Zaz! Dos nalgadas cargadas de calentura y morbo por saber que no era mi amante de siempre.
    
    Metí tres dedos de un jalón en esa conchita escurrida de placer.
    
    Mi nueva compañera de habitación, seguía con sus gemidos entre cortados, sin expresar palabra alguna.
    
    No quise encender la luz para que no se apagara esa llama que me quemaba. Llama llena de morbo e infidelidad a mi relación.
    
    Sentía tan bien ese culo apretando mi verga, que deseaba volver a probarla tiempo después.
    
    Mis dedos seguían hurgando esa vulva que cada vez estaba más mojada que otra cosa.
    
    Era tan fascinante aquel encuentro que termine llenándole las entrañas de mi leche a la mujer que estaba en la cama de mi novia.
    
    Dejándola en cuatro, bese su espalda para ...
    ... bajar a sus nalguitas. Mordí cada una, para luego beber ese jugo que se desperdiciaba en las sabanas.
    
    La sensación de estar con otra y el sabor de una concha distinta, hizo que no perdiera la erección; por lo que aproveche el momento de volver a llenar de placer esa cuevita.
    
    Besaba como loco esos labios carnosos, mis manos estrujaban esos pechos, mi lengua y la suya se unían como si fuera una sola.
    
    Ella se convulsionaba por un orgasmo que termino por dejarla inmóvil.
    
    -Ya casi acabo preciosa.
    
    Clave mis dientes en su hombro, para llenar esa cueva de líquidos seminal.
    
    Quedamos un rato así. Yo encima de mi nueva conquista.
    
    Por lo antes mencionado me quede dormido.
    
    Al acomodarme entre sueños, recordé lo que había pasado hace un momento. Me levante, pero ella ya no estaba ahí.
    
    Me vestí para ir a la sala.
    
    Al verme mi chica me pregunto si había entrado a su habitación; pues Marbella descanso un poco en su cama.
    
    Al voltear a verla, la muy puta solo me guiño un ojo.
    
    Obvio que su madre no sabe nada y ella y yo le seguimos dando.
    
    Vladimir escritor. 
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