1. Perdí mi virginidad a los 12 años... ¡Con mi maestro de educación física (gimnasia)!


    Fecha: 08/03/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    <!-->Hola a todos, este es mi primer relato y por obvias razones contaré como perdí mi virginidad a los 12 años. Primero me presento, me llamo John, tengo 23 años, mido 1.68, soy moreno, delgado pero con un poco de músculo, ojos cafés, cabello castaño oscuro y soy versátil. Vivo en la Ciudad de México. Todo pasó cuando cursaba el 6o. año de primaria, teniendo yo 12 años; no era ni delgado ni gordo, tenía el cuerpo normal para un niño de esa edad, medía 1.43, desde que tengo uso de razón siempre he sentido más preferencia por los chicos que por las chicas, y desde que entré a la primaria me empecé a fijar en los de 6o. año, pues lo veía literalmente como ya hombres bien hechos, pero realmente eran a uno niños. Fue hasta el cuarto año, que me fije por primera vez en un hombre de verdad, y fue en el maestro de educación física; era un maestro joven de 32 años, piel blanca, alto, medía como 1. 85, cabello color café claro, ojos cafés oscuros, tenía músculos muy bien trabajados, no eran tan grandes y toscos pero sí perfectos para su edad, y era muy, muy velludo. Se llamaba Alan. Cuando me fijé en todos esos detalles, se convirtió en el hombre perfecto para mí, y quería estar todo el tiempo a lado de él, tanto que me convertí en su ayudante cada clase que tenía mi grupo con él, lo ayudaba a guardar los materiales que habíamos utilizado en la clase (redes, balones, conos, etc. ), en la bodega de la escuela, y cuando podía, discretamente veía el bulto que se le marcaba en el pants o ...
    ... short que llevaba puesto, sin mencionar que sentía el ver esos brazos fuertes, llenos de pelos, y sus piernas velludas. Logramos tener una relación cercana de profesor y alumno. Fue a la edad de 11 años, que le dedique mi primera masturbada a él en el baño de mi casa, el solo recordar ese cuerpo, su voz amable y varonil, y claro su bulto, hizo que al terminar echara chorros de semen, y que me temblaran un poco las piernas. A principios del 6o. año (mi último año en la primaria para pasar a la secundaria), trate de ser más notorio con él cuando estábamos solo (aclaro, en ese momento, mi mente no tenía objetivo de que me cogiera, sino que simplemente llegáramos a tocar temas sexuales), hacerme notar en que lo quería tocar mucho (tomarlo del brazo o darle una palmada en la espalda), el que veía detenidamente su bulto, incluso en su clase y recreo cuando lo veía pasar. Todo tuvo un resultado 3 meses después, y fue cuando lo conocí en su modo de "maestro enojado": Alan (A): Jonh, necesito hablar contigo seriamente. John (Yo): Dígame maestro. - Dije nervioso. A: Te pido de la manera más atenta que dejes de verme de la manera que lo haces, y que dejes de tocarme. De lo contrario tendré que reportar esto a la dirección y a tus padres, ya que yo no quiero problemas en mi trabajo por culpa de un puberto tonto. Lo dijo en tono tan enojado y serio que me arrepentí de haber hecho lo que hice, y el temor de que llegara a oídos de mis papás me asustó demasiado. A: Ya no quiero que me ayudes ...
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