1. La tanga más excitante


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Voyerismo Autor: karlos7771, Fuente: CuentoRelatos

    Ella era una chica de unos 30 años, delgada con cabello negro a la altura de sus hombros, ojos negros, estatura baja, senos medianos y de nalgas normales, nada fuera de lo común.
    
    Cuando comencé a salir con mi novia yo sabía que compartía departamento con otra chica aunque no la conocía en persona, hasta que un día nos encontramos por la noche y me la presento, fue algo normal un saludo y un beso en la mejilla sin alguna otra reacción de mi parte (debo reconocer que me encanta mirar a las mujeres guapas y algunas veces lo primero que pienso es si estará usando tanga, para luego imaginarme abriéndole las piernas, hacer a un lado la tanga y chupar toda la vagina hasta que termine en mi boca).
    
    Normalmente cuando llegaba al departamento y la amiga de mi novia estaba ahí, solo saludaba e iba directo a la recamara, pero en una ocasión llegue y las dos estaban platicando en la cocina así que decidí entrar y saludarlas, he aquí mi primera impresión sexual de aquella mujer por llamarle de alguna manera.
    
    Era un domingo por la mañana, así que….
    
    (La llamaremos Susana para efectos de este relato) Susana se encontraba platicando en la concina con mi novia, al entrar y mirarlas no pude notar ver que Susana usaba un pantalón de tela que más bien era una pijama de color blanco con algunas estampas azules nada provocativo, sin embargo, al mirarla de espaldas y para mi sorpresa note que usaba tanga, esto gracias a que el color de ésta debió ser negro y se transparentaba, y es que ...
    ... aunque fueron solo segundos pude ver como se formaba ese pequeño triangulo que comenzaba en su cadera y que se iba juntando poco a poco hasta perderse entre sus nalgas justo a la mitad de las mismas, claro, como buen fetichista no pude evitar ir inmediatamente al baño para masturbarme con aquella imagen.
    
    Desde ese día mire a Susana de otra manera, cada vez que la encontraba solo quería verla de espaldas para intentar descubrir si ese día usaba tanga, aunque para mi mala suerte no volví a ver eso en mucho tiempo, sin embargo, eso no fue problema para masturbarme de vez en cuando con aquella imagen que hasta la fecha me la poner dura.
    
    Para terminar con esta anécdota recuerdo que un domingo después de una buena fiesta la noche anterior desperté y mi novia seguía durmiendo por la resaca, decidí darme un baño y me di cuenta que no teníamos crema dental, yo sabía que Susana no estaba en el departamento así que pensé en tomar prestada un poco de la suya y entre en su baño.
    
    Al entrar en su baño tuve una tremenda erección y es que justo a un costado de la puerta estaba su cesto de ropa sucia, y ahí, colgada en el borde de la misma mitad dentro y mitad fuera como acomodada a propósito una prenda negra que desde el primer momento imagine era la tanga que había usado la noche anterior, hasta la fecha no puedo dejar de imaginarme la imagen de Susana desvistiéndose poco a poco para finalmente quitarse la tanga y lanzarla al cesto de la ropa, no pude evitar sentir ese escalofrió ...
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