1. Como convencí a mi mujer


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: alexsw1969, Fuente: CuentoRelatos

    ... ella boca abajo en la almohada apoyada en sus codos leía un relato de doble penetración, lo sabía porque era el más largo y eventualmente la abrazaba su espalda y echaba un ojo por donde iba. Lo cierto fue que cuando consideré que era el momento, comencé a acariciarle su costado dejando recorrer mis manos por ella llegando hasta sus nalgas, cubiertas tan solo por un hilito de color fucsia, bajaba hasta sus piernas, mientras ella sin quitar la vista de lo que estaba leyendo lo disfrutaba, hubo un momento el cual me dio por levantar su hilo, pero ella y cuidado con esto, me hizo una señal que todavía no había terminado lo que estaba leyendo, por lo que le hablé al oído y le dije:
    
    —Tranquila sigue leyendo, que no te interrumpa lo que yo haga —seguí acariciándole las nalgas y volví a levantar el hilo metiendo lentamente mi dedo en su vagina y corroborando que tan excitada estaba. Una vez hecho esto recordé lo que ella estaba leyendo (doble penetración) e introduje el mismo dedo en su culito, poco a poco, para llenarlo de su propia lubricación, sacaba de aquí y llenaba en el otro lado. Ella estaba a punto de llegar al final del relato, cuando ya tenía mis dos dedos metidos en sus orificios calientes como un volcán, cuando ella terminó hizo los papeles a un lado y se recostó completamente, levantando su culo, haciéndome más fácil el trabajo, acelerando cada vez más el ritmo. Una vez que la observé tan caliente llevé mi otra mano a un artículo que tenía preparado cerca, para ...
    ... penetrarla, se le comencé a pasar por las piernas y por las nalgas haciéndole saber mis intenciones, sin dejar de sacar los dedos de su cuerp,o una vez que ella me lo pidió:
    
    — Mételo…
    
    Le introduje en pepino con un preservativo lubricado por su vagina haciéndola venir en su primer orgasmo, sin dejar de penetrarla con dicho artículo me le puse atrás y la penetré de un solo golpe por el culito esa mujer parecía que se iba a morir pegando brincos y los gemidos que podrían escucharlos los vecinos
    
    —Ahh no lo saques…
    
    Ella tomó el mando del pepino mientras yo bombeaba su culo, me recosté sobre su espalda mientras le susurraba o preguntaba si le gustaba, que pregunta tan tonta, pero tenía que oírlo (eso era mi parte de excitación) y le comencé a preguntar:
    
    —¿Que si quería otro hombre?
    
    A lo que ella contestaba que:
    
    —Siiii… ¡quiero otro guebo igual!…
    
    Mientras esto pasaba, ella introducía más y más ese artículo mientras yo le reventaba más y más ese delicioso culito caliente, los dos explotamos de placer desbordando su culo con mi semen y sus chorros de placer manchaban las sábanas… Nos tendimos en la cama mientras veía el rostro de satisfacción licuado con miedo, morbo y vergüenza ocultado con una sonrisa…
    
    Me preguntó:
    
    —¿qué me has hecho?
    
    Como si ella no lo supiera jajaja. Y nos recostamos abrazados a comentar lo sucedido…
    
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    Así comencé a convencer a mi pareja, ahora bien, todavía faltaría por contar, pero va a depender de Uds. si lo ...