De cómo me hice la hembra de mi hijo - Relatos Eróticos

De cómo me hice la hembra de mi hijo

Está no es una guía para follarte a tu hijo, pero puede parecerlo.
Soy Mónica, tengo 37 años y un marido viejo e inútil que me preñó  apenas nos casamos, 17 años atrás. Así nació Federico, nuestro único hijo. Luego ya casi no tuvimos sexo. Él trabajaba mucho y probablemente tenía alguna amante. No lo sé ni me interesa. Yo vivía encerrada, criando a Federico y ocupada en la tarea hogareña. Al llegar a la adolescencia el niño se transformó en un hermoso muchacho. A los 16 años ya era todo un señor hombrecito. De mí estatura ya y musculado. 
Sé que es un horrible pecado pero empecé a verle como hombre. Y a tratarle como tal. Entré en celo por mi hijo y no me eché atrás. Decidí que debía cojer con él, hacerme su hembra,...
Y puse en práctica una estrategia de asedio: ropas mínimas, miradas de hambre sexual, conversaciones, sucias donde el incesto era tema central, exposición continúa de mis bellezas, conversaciones sucias, todo lo que excita a un hombre. Y por supuesto que transformé al chico en un masturbador serial. Le animé a tratarme con libertad, como a una mujer. Siempre que estuviésemos solos, que era la mayor parte del tiempo. Me cuidé de dejarle en claro que una relación física madre hijo no era tabú para mí. Pero que nunca tomaría la iniciativa. Le estaba tácitamente invitando a cortejarme. Lo hizo primero con torpeza y luego mejoró. También tomó mi hábito de andar con poca ropa y claro, exhibiendo terribles erecciónes. Yo comentaba acerca de ello y él quedaba en la luna. Nada más provocador que decirle a tu hijo que si miembro era enorme. Se notaba mucho.  Pero no procedía conmigo. Y era solo tomarme entre sus brazos y besarme para que el infierno de desatara. Yo pasaba horas masturbándome y esperando el comienzo.