2 hermanos en una semana - Relatos Eróticos

2 hermanos en una semana

... limpiamos  cambiamos y volvimos nos tomamos algo más  y se despidió y me dejó la casa 
Luego al otro día en la playa nos encontramos nos saludamos como amigos como si nada hubiera pasado  
Por la noche nos fuimos con mis amigas a una discoteca donde conocí a Jhonny el hermano un señor también cuarentón muy bien parecido  donde bailamos algunas musicas y tomamos algo el era más reservado más formal algo que me gustaba también  así que bueno nos fuimos a un hotel de paso  y allí si se convirtió en otro hombre  muy caliente morboso  que me dio una terrible cogida de dejarme temblando las piernas  
Cuando llegamos al hotel entramos al cuarto pusimos música ahí si bailamos bien rico y caliente le movía bien mi cola sobre la ropa mientras me nakgueaba  diciéndome cosas como eso putida así  sos muy putita y yo respondía te gusta las putitas papi  te gusta como te muevo mi cola   el me nalguea  y se sienta  y se desabrocha su pantalón y saca su verga  dura grande y gruezas bien cabezona y venosa bailame y desnúdate para papi putita ...

...  lo comencé contoneandome de lado a lado mientras dejaba caer mi ropa y gateando hasta el   pasando mi lengua desde sus huevos cargados hasta la cabeza de su pija una y otra vez  mientras el me tomaba del cabello mientras cabezeaba  el empujaba su cadera para que me la coma toda toda  al sacarla de mi boca la saliva chorreaba en hilos por mis labios y si verga que el me besaba entre chupadas que rico olor a pija tenés me decía así me gusta las putitas  jugaba con su pija con mi lengua y boca la saliva chorreaba por mis pechos  luego me llevo a gatas del pelo hasta la cama y me dejó en 4 bien empinada separo mis nalgas y ahí si me hizo ver estrellas con su lengua me hacía gritar y retorcerme mientras devoraba mi cola y vagina para luego si darme su pija y hacerme pedirle que me coja 
Dame esa pija papi la quiero sentir ya decía entre gemidos para que el me empezara a dar muy fuerte y salvaje  tan adentro como se podía mientras su pulgar se meneaba en mi cola dilatando  más mientras jadeaba como toro yo gemia como perra en celo