LA NOCHE QUE NUNCA EXISTO - Relatos Eróticos

LA NOCHE QUE NUNCA EXISTO

... entre temblores y gemidos, permanecemos unos cuantos minutos de esta forma unidos y resbalas muy lentamente sin que mi polla abandone tu sexo hasta que tus pies tocan el suelo.Beso tu frente y lamo tu cara, tu me sonríes y sin palabras nos hablamos, sueltas mi cuello y entrelazamos las manos, yo las aprieto, tu me respondes lo mismo.Caminamos abrazados hasta el coche, te abro franqueando el paso y tomas asiento, beso tus manos antes de cerrar la puerta y sin hablar mis labios dejan en el aire dos palabras ….. “TE QUIERO”.Conduzco durante un tiempo mirándote de reojo, mi mano explora entre tus muslos, tu la sujetas dirigiendo sus movimientos y mostrando el camino entre los labios que son la antesala de tu coño húmedo, te deslizas sobre el asiento de cuero abriendo las piernas, cierras los ojos y te arqueas mientras la respiración se hace mas agitada, tu mano aprieta los pechos y de tu sexo brota dulce “miel”.Paro en un lugar discreto al borde de una playa, que ya ha sido invadida por la oscuridad de la noche, la tenue luz de luna nueva se refleja entre las crestas de las olas.Salgo del coche y te arrastro conmigo, te dejas llevar hasta el frente donde con gesto lento te voy dejando caer sobre el capo aun caliente.Mis manos recorren tu cuerpo semidesnudo, lamo tu vientre, mi lengua te recorre hasta el pubis, lo beso, con mis manos abro tu coño rebosante de fluidos que no dudo en degustar, sabes dulce , sabes rico, te arqueas al sentir el contacto de mis labios y sujetas mi ...

... cabeza mientras tus muslos se cierran atrapandome.Mis dedos dentro de tu sexo sienten el palpito y con movimientos regulares frotan en ese punto donde pierdes el sentido, te abrazas a mi cuello, mientras te convulsionas durante el prolongado orgasmo.Bruscamente te doy la vuelta y sujetando tu cabeza contra el capo saco mi correa, la pliego en dos y te azoto dejando un espacio en cada golpe, tus brazos estirados, las manos abiertas, las rodillas juntas y un respingo de tu culo con cada correazo, hace que mi polla crezca con cada lamento tuyo, que junto con el ruido del mar al fondo, lo convierte en una preciosa melodía que invita aun mas al placer.Me acerco la maletero, saco una bolsa de viaje no muy grande y la hecho a mi espalda, tomo tu mano, te beso en los labios y comenzamos a caminar hacia el interior de una zona boscosa que bordea la playa, cantan los grillos y las chicharras que se silencian al crujir las ramas que pisamos a nuestro paso, unos metros mas adentro me paro y te susurro al oído algo que te hace sonreír, entre excitada y nerviosa.Te desnudas y extiendes tus manos juntas yo las ato con cuidado de no estar demasiado prieta la cuerda y después lanzo el extremo por encima de una rama alta que hace que al tensarlo tus brazos se eleven sobre la cabeza, vendo tus ojos, para después pegarme a tu cuerpo desde la espalda recorriendo de arriba abajo lentamente con las manos , me separo dos pasos cuando te siento temblar y dejo caer un par de azotes precisos sobre tus ...