Descubriendo a Magalí (III): Haciéndola gozar
Fecha: 15/03/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: solotulosabes, Fuente: CuentoRelatos
El relato de cómo había sido su primera mamada, su forma de contármelo a la vez que sus dedos acariciaban mi polla casi hicieron que me corriese de nuevo. Magalí estaba sobre mi regazo, su postura hacia que el vestido dejara sus muslos al descubierto, mostrándome el final de unas medias negras y el inicio de unas braguitas de encaje blanco. Seguí acariciando aquellos muslos, Magalí cerraba sus ojos disfrutando de mis caricias, lentamente empecé a acercar mi mano al triangulo blanco que se dibujaba entre sus muslos, que fui abriendo suavemente.
Me quede contemplando sus piernas, ahora abiertas, cubiertas por unas medias negras hasta los muslos y unas braguitas blancas de encaje me estaban invitando a una nueva sesión de sexo. Pase mis dedos sobre ellas, el tacto de sus braguitas era suave y podía sentir la piel de su sexo entre el encaje, estaba completamente depilada salvo una pequeña zona encima de su monte de venus. Mis dedos empezaban a moldear lo que escondía la suave tela de sus braguitas, primero por la zona inferior para seguir subiendo lentamente hasta llegar a su parte más delicada, humedecí mis dedos con saliva antes de acariciar su capullo, que empezaba a sobresalir de sus braguitas, un gemido salió de su boca.
- Me encanta como me tocas, ¿tocas así a todas tus chicas?
- Únicamente a las que se lo merecen
- ¿Yo me lo merezco?
- Hoy, si
- ¿Solo hoy?, quiero ser tu nena muchas veces. Dijo, mientras me besaba el cuello
- Ahorra calla solo siente ...
... mis manos.
Mientras apretaba delicadamente su capullo con mis dedos mojados, note como se endurecía, la piel de su miembro era blanca, casi como las braguitas que llevaba y que empezaban a tensarse a medida que su polla crecía en alto y grosor. Yo notaba como se estaba excitando por su respiración entrecortada, así que seguí con mi juego, subí su vestido, baje las braguitas hasta mitad de sus los muslos, su polla callo sobre su vientre por el peso. Esa visión hizo que me empalmase, note como la punta de mi polla rozaba la tela de las braguitas en su culito, ella también lo noto.
- Me estas mojando las bragas, cerdo. Son de mi madre y se las tengo que devolver. –Me dijo susurrando al oído.
- Te quedan perfectas, pensé que eran tuyas. Mañana te compro ropa para que no tengas que cogerla prestada.
- De chica muy sexy, que es como me gusta. Me gustaría que siempre me follases vestida, es como me gusta y como me hace sentir mujer.
Volví a dirigir mi mirada a sus piernas, esa escena con las braguitas por los muslos con las piernas abiertas, su polla reclinada sobre el vientre, su capullo húmedo por las primeras gotitas que salían de su punta. Al cogerla note su dureza, tenía unos 15 cm, empecé a masturbarla suavemente, se piel se deslizaba por la humedad de su sexo, cuando se secaba la volvía a humedecer con saliva, había estado con algún travesti pero nunca los había masturbado como lo estaba haciendo con Magalí. De vez en cuando, apretaba su polla con mi mano, en ...