1. De cómo me hice la hembra de mí hijo 5


    Fecha: 23/09/2025, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Tato, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Al rato que nos bañamos y cambiamos, llega mí esposo. Yo le serví la cena y me fui a dormir. 
    "Estoy cansada, hice mucho ejercicio y no doy más"
    "Bueno, yo ceno y me acuesto también, fue un día muy pesado en el trabajo"
    A eso de las 4 de la madrugada desperté y fui a la cocina. Me hice un té y miré tele. En eso estaba cuando apareció.mi hijo Federico. Tenía puesto su pijama y claramente venía por mí. Intentó hacerme el amor y le dije rotundamente que no.  De verdad no quería, con mí marido en la casa. 
    "Ya nunca más"
    Y me fui a mi habitación.
    Pero llegó la mañana, la hora del desayuno y los tres juntos en la mesa. Mí marido terminó su desayuno, tomó el maletín y se despidió. Solos en el comedor, Federico procedió a desnudarse. El maldito pendejo se sentó a mí lado y empezó a masturbarse. Mis muslos estaban tibios y las piernas me temblaban. Él no me tocaba. Solo se pajeaba y me decía suciedades. Me levanté de mí silla y fui a mí habitación. Me siguió y dijo que era necesario coger inmediatamente. No podía creerlo. Mi excitación crecía, por oleadas, los pómulos encendidos y todo mí cuerpo queriendo entregarse.
    El chico eyaculó y se retiró. ...
    ... 
    "Vamos a cojer, pero solo cuando vos quieras mamá"
    Y se fue a su pieza.
    Quedé sola y muy ardida. Me acosté y no pude contenerme, así que me masturbé.
    Durante el día, mí hijo iba y venía desnudo. Yo deseando ser cojida por el chico, pero él seguía en la tesitura de no avanzar.
    "Cuando quieras hacerlo, tomá la iniciativa"
    Sucio de mierda. Me estaba provocando igual que yo lo había hecho antes con él.
    Para el fin de semana yo estaba caminando en el aire. Alzada y hambrienta de verga. En la madrugada del sábado no resistí más y fui a la pieza de mí hijo. Estaba despierto. 
    "¿Qué querés mamá?'
    "Quiero que me hagas el amor"
    "Segura"
    "Sí"
    "Vas a hacerlo todo vos".
    Me desnudé y me metí en su cama. Lo desnudé y empecé a acariciarlo, besarlo, chuparlo, hasta que su gran verga se puso dura como piedra. Me puse encima e hice que su miembro se abriera paso entre los labios de mí vagina. Me la hundí hasta el tronco. Le hice acabar dentro. Se la chupé luego. Me tragué su leche. Una y otra vez me lo cojí, hasta que el chico ya no pudo seguir más. 
    "Me quedé sin fuerzas, andáte" así me dijo. Pendejo de mierda.
    Desde ese día yo hice todo el trabajo. 
«1»