De cómo me hice la hembra de mi hijo 6 - Relatos Eróticos

De cómo me hice la hembra de mi hijo 6

Por unos días desde esa madrugada me contuve. Hasta que llegó un momento en que todo se confabuló para destrozar mí decisión de no entregarme a mis deseos. El sábado mí marido partió en viaje de negocios y regresaría recién el martes. 4 días a solas con el puto pendejo haciéndose desear. Por la rev mañana del sábado, apenas su padre abandonó la casa, Federico se puso a ver películas porno en la sala. Eran casos de incesto entre madres e hijos. Se recostó en el sofá de la sala, desnudo, su enorme verga erecta, invitándome a tomarla. Yo desde la cocina lo observaba, encendida de ganas por ir hasta el sofá y sobarle ese hermoso pedazo, hacerlo mío otra vez. Intenté calmarme. Imposible. El muchacho se sobaba el pedazo y me echaba miradas de reojo, cargado el rostro de un rubor sexual. Al fin, con los pasos vacilantes me acerqué al muchacho. Vestida con un camisón corto, me puse frente a él. "Córrete, quiero ver cómo cojen esos dos"
"No, basta, dejá eso y dejáme hacerte cosas, no puedo más"
Me arrodillé y me puse a chuparle la verga, a pajearlo, acariciarlo, llenar el torso con la saliva que se me derramaba...Me acomodé sobre mi hijo y dirijí su miembro para que se iniciara la penetración. Muy lentamente me la hundí. Mis caderas se movían con descaro y comencé a decirle muchas cosas muy sucias. Muy inapropiadas para una madre. Pero me había ganado la lujuria. Quería esa verga y la gozaba. Pronto tuve un orgasmo y enseguida otro. 
"Dame ya tu leche, hijo, por favor"
Cuando me largó un violento chorro dentro de la vagina, grité de alegría. Me desmonté y se la chupé. Le saqué otro caudal de semen. Me le subí por segunda vez y me lo cojí deliciosamente. Acabamos juntos, el diciéndome puta, degenerada. Yo diciéndole que era mi macho, mi hijo, mi amor.