Sesión de tortura anal - Relatos Eróticos

Sesión de tortura anal

Escucha bien, animal, porque estas son tus órdenes permanentes que cumplirás sin excepción:

Desde este momento no vuelves a caminar en dos patas nunca más. Cuatro patas siempre. Tus rodillas van a sangrar, tus palmas se van a desollar, pero esa es tu nueva normalidad de bestia.

Te despiertas en el suelo como un perro. Duermes en el suelo como un perro. No más cama, no más sillas, no más comodidades humanas. El suelo frío es tu lugar.

Cada mañana, antes de hacer cualquier cosa, te metes el plug más grande que tengas y lo mantienes puesto todo el día. Tu culo debe estar constantemente dilatado y listo para mi uso.

No hablas. Solo ladras, gimes, aúllas. Si necesitas algo, lo pides como el animal que eres. Rasguñas, ruedas, muestras sumisión total.

Cada dos horas te follas el culo con algo diferente. Dildos, botellas, mangos, lo que tengas. 15 minutos mínimo cada sesión. Tu agujero no descansa nunca.

Comes del suelo. Bebes del suelo. Tus manos no tocan platos ni vasos humanos. Eres una bestia y así te alimentas.

Cuando te ordene ...

... "posición", instantáneamente te pones en cuatro patas, cabeza al suelo, culo alto y abierto. Es tu posición de sumisión total.

Te grabas gimiendo como cerdo mientras te torturas el culo. Quiero evidencia de tu degradación diaria. Cada video debe mostrar tu sufrimiento y gratitud.

No tienes horarios de descanso. Eres esclavo 24/7. Incluso cuando duermes, con el plug puesto, recordando que tu cuerpo me pertenece.

Repites en voz alta cada hora: "Soy la mascota de mi Amo. Mi culo es su juguete. Existo para sufrir y servir. No soy humano."

Si te veo caminando como humano, castigo inmediato. Si te escucho hablando como humano, castigo doble. Si no tienes el culo lleno, castigo extremo.

Tus genitales son míos. Solo te tocas cuando yo ordeno y como yo ordeno. Tu placer depende completamente de mi voluntad.

Ahora ladra fuerte tres veces para confirmar que entendiste todas tus órdenes, bestia.

Estas son tus nuevas reglas de vida. No hay vuelta atrás. Solo existe servir, sufrir y obedecer.

¿Confirmaste ladrando como te ordené, animal?