Esposa Pervertida 1 - Relatos Eróticos

Esposa Pervertida 1

Siempre me ha gustado la pornografia y siempre me ha gustado ver la sección de cornudos. Para mí es la más excitante y caliente de todas.
Acostumbraba de soltero a ver mucho porno, hasta que me case con Leticia, ahí al tener disponible su levantado culo, piernas torneadas y un par de pequeñas pero sabrosas tetas me calme por un tiempo.
Cabe mencionar que ella era cristiana y yo me hice cristiano con tal de podermela coger, pues debajo de esos vestidos largos ya se adivinaba lo sabroso que mojaría la verga entre esas piernas.
Total que nos casamos, pero al pasar de unos tres años de pan con lo mismo, pues me empecé a aburrir, pues ella a pesar de mamar muy sabroso la verga no hacía más. 
Así que empecé a visitar otra vez sitios porno, sobre todos los de compartir a la esposa.
Una noche ya para dormirnos yo caliente y con la idea de pervertirla para hacerla igual de caliente la empecé a dedear.
Ella por ser cristiana no permitiría que me la comiera por el culo, pero se me antojaba mucho.
Acostados sobre la cama y metidos bajo las cobijas la empecé a besar muy lacivamente, ella se percató qué mis besos eran calientes y hasta con cierta lujuriar. Le sobe la vagina y metí mis dedos para irla sintiendo, me los ensalive y busqué su ano, lo mojé con mi saliva y lo acariciaba. De inmediato sentí cómo me quitó la mano, pero yo seguí besándola apasionadamente y lo volví a intentar, esta vez no me quitó la mano y me dijo:

-Mimi.- Pepe que cosas me estás haciendo? Sabes que ...

... ese lugar está prohibido y no está bien!
 Yo volví a besarla sin decirle nada, y al acariciar su vagina noté que la tenía empapada, eso quería decir que se había calentado como nunca antes y en esta ocasión mojé mis dedos con sus jugos y así lubrique su ojete, de tal manera que esta vez resbalaba mejor mi dedo hagienso ligera presión en su ano sin penetrarlo.
Mi esposa ya estaba super jariosa, pues me besaba como nunca lo había hecho, metiéndome la lengua de lo caliente que estaba.
La empecé a masturbar con una mano sin dejarla de besar y con la otra le seguía acariciando el ano. 

-Pepe.- Te gusta verdad mi amor?
- Mimi.- Ya no lo hagas por favor! No está bien hacer lo que me estás haciendo.

-Pepe.- Te imaginas mi verga entrando por aquí?
Tienes un culo bien sabroso!
No creas que no noto cuando caminamos ppr las calles, cómo se te quedan mirando otros hombres. Seguramente ya quisieran estarte dedeando como lo hago yo!

Ya para ese momento mi esposa estaba perdida de placer, mi mano estaba super mojada tan sólo de sus propios jugos con los cuales seguía lubricando ese agujero tan rico. 

- Pepe.- Te gusta verdad mi amor?
- Mimi.- Noooo aaagh!
- Pepe.- No sabes como deseo meterte mi verga hasta los huevos por aquí, que me ordeñes toda la leche apretando mi verga hasta que le saques la última gota!

Y sin decirle nada, hundi mi dedo pulgar en ese oscuro agujero que siempre se me antojo y al mismo tiempo dio un gemido muy alto, ya para esto mi verga estaba que ...